Anuncian que mantendrán la exigencia para legalizar el matrimonio igualitario y la inclusión de la identidad sexo genérica en Tlaxcala.

Tres jóvenes con cartulinas a la altura del pecho donde se lee «El conservadurismo apesta» y «El conservadurismo es una ITSocial», resumen las exigencias de la comunidad lésbico gay que desde hace 16 años se han manifestado en la ciudad de Tlaxcala.

Esta tarde la comunidad LGBTTI se dió cita en el asta bandera para caminar hacia el zócalo de la capital, sonando consignas para indicar las demandas de respeto, igualdad de derechos e inclusión durante la edición 16 que este año tuvo como tema el respeto de las diferencias.

La activista Paola Jiménez abanderó la marcha que inició la tarde de este sábado a las 14:00 horas. Paola es una travesti dedicada a la defensa de la comunidad desde hace 10 años; la han elegido reina de la «Marcha por la inclusión» debido a que ha mantenido campañas de información sobre la enfermedades de transmisión sexual y ha visibilizado la omisión legislativa para garantizar derechos como el matrimonio igualitario y la identidad sexo genérica.

Precisamente son estas dos demandas las que resuenan durante el recorrido con gente expectante que acepta o aun rechaza la diversidad sexual.

Integrantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos como la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser) y Colectivo Mujer y Utopía respaldan a la comunidad que cada año es más grande.

Manuel y Ximena llevan gafas, no quieren salir en las fotos «porque todavía no saben» sus papás. Sin embargo, este año «nos atrevimos a salir porque es nuestro derecho, así soy, así somos y no podemos ser lo que quieren nuestros papás y amigos», dicen en tono bajo.

El contingente entra al zócalo de la capital con sus banderas multicolores, cartulinas que reclaman respeto, vestidos entallados, tacones altos, minifaldas y barbas en rostros maquillados.

En el kiosko Paola Jiménez señala que Tlaxcala está aún lejos de ser una ciudad incluyente, aún persisten los prejuicios y la «heteronormatividad» que los deja a ellos y ellas afuera no solo de los derechos sino de la sociedad.

Mientras esto pasa las banderas ondean bajo la arbolada de la capital; coronan a las seis reinas de la comunidad LGBTTTI.

La ex diputada Eréndira Jiménez Montiel, una de las impulsoras de la iniciativa para legalizar el matrimonio igualitario, señala que se ha avanzado en materia de derechos humanos, «pero aún falta seguir luchando para eliminar prejuicios y obtener los derechos que son intrínsecos por el simple hecho de ser personas».

Fotos y besos bajo el calor de la tarde. A un costado del kiosko la asociación civil Buscador de Sueños ha instalado una mesa para pruebas de detección del VIH.

Al respecto, Paola advierte que «muchos jóvenes menores de 25 años han muerto por no detectarse a tiempo, no es ésta una enfermedad exclusiva de un género, es a todos, y si se detecta a tiempo podemos aún tener una buena vida con calidad».

Al cierre del evento los reinas, organizadores y asistentes se toman la foto del recuerdo y poco a poco van dejando la explanada; a lo lejos, en las cuatro direcciones del zócalo las banderas se alejan ondeando entre los brillos de los vestidos.

Por Redaccion

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