El sector empresarial rindió homenaje a los policías asesinados por la delincuencia en Puebla. «Arrebatan vida de hombres valientes y buenos padres», exclamaron.

Edilberto Navarro Ramos y José Saúl Alcobas Torres son recordados como hombres valientes y buenos padres por sus respectivas esposas Karem y María Fernanda, quienes quedaron al frente de sus hogares tras el asesinato de sus cónyuges, dos policías que salieron a cumplir con su labor.

Alcobas Torres, policía federal, falleció en enero de 2010 durante un enfrentamiento contra huachicoleros en Tepanco de López. Navarro Ramos, era agente ministerial, y murió durante un operativo contra el robo a trenes en Cañada Morelos.



“Dejó un gran vacío que no se va a poder llenar con nada”

María Fernanda junto con sus cuatro hijos Ángel (15 años), Montserrat (10 años), Fernando (6 años) y Valentina (4 años). Todos recibieron el reconocimiento en honor al policía fallecido. El mayor hijo mayor de Edilberto Navarro sostuvo un foto del agente ministerial, labor que ejerció 14 años.

Fernanda aseguró su esposo era un “un hombre justo y que le gustaba mucho ayudar a la gente. Perdió la vida ante criminales que se ocultaron en arbustos, estaba haciendo una investigación de automóviles robados y pues llegaron al llamado, fueron interceptados por delincuentes, una bala lo privó de la vida”.

Los meses siguientes a su muerte, dijo, han sido difíciles y dolorosos porque dejó un gran vacío que no se va a poder llenar con nada.

Ahora Ángel, uno de sus hijos tiene como meta de estudiar Derecho y Criminología, para lo cual tendrá el apoyo de la familia que se caracteriza por tener la vocación de hacer justicia.

“Pese a los riesgos mi esposo amaba su trabajo”

Karem, viuda de Saúl Alcobas, describe a su esposo como un hombre que amaba su trabajo a pesar de los riesgos que representaba labor como elemento de la Policía Federal.

Recuerda que para su familia diciembre era el mes más esperado, porque su cumpleaños era el 24. La última navidad que pasaron juntos fue la del 2016 porque el 3 de enero, “a media mañana me dijo ‘amor tengo trabajo», pero  ya no llego a comer.

Saúl Alcobas murió a los 46 años en Tepanco de López durante un enfrentamiento con huachicoleros, a causa de los impactos de bala que recibió de estos en el pecho y el abdomen.

“Yo le diría a Saúl que estoy muy orgullosa de él. Gracias por todos y cada uno de los detalles que tuviste con nosotras, siempre estás en nuestra mente y ahí vivirás”, expresó.

Sus familias, recibieron este martes los reconocimientos a su heroísmo, en el quinto evento “Puebla Agradece” que realiza Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para reconocer la labor de policías, militares y servidores públicos destacados.

En esta edición se reconocieron a 37 servidores públicos en distintas categorías por su heroísmo, honor, valor, compromiso, servicio y profesionalismo.

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