La FGE ahora debe decirnos, no sólo quién mató a Aguilar Caballero e, incluso, quién lo mandó a matar, sino también si era o no delincuente, porque, de lo contrario, se habrá fomentado otro linchamiento.

Tras lo sucedido la semana pasada en Acatlán de Osorio, sin duda usted y yo entendemos lo que significa un linchamiento, lo que puede generar un rumor. Esta vez, no hablaré de ese caso.

Mi referencia tiene que ver con un asesinato. El pasado lunes, dos sujetos asesinaron al alcalde electo de Nopalucan de la Granja, Félix Aguilar Caballero.

¿Por qué lo mataron? No lo se, pero, según datos extraoficiales, 20 balas hicieron blanco en el excandidato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Lo que me sorprendió es que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) hubiera informado que el presidente municipal electo era investigado por supuestas actividades ilícitas.

Textualmente reportó en un comunicado oficial: «De acuerdo con investigaciones previas por denuncias en contra del presidente municipal electo, se tienen indicios de que presuntamente se dedicaba a actividades ilícitas, como el robo de combustible y robo a trenes, por lo que no se descarta que este hecho sea un ajuste de cuentas».

Yo no se si era o no delincuente. Pero ¿Qué cree?, la dependencia estatal tampoco. Tenía indicios, pero no estaba comprobada la hipótesis, la línea de investigación.

De haber tenido la comprobación, seguramente Félix Aguilar no estaría muerto… estaría detenido.

¿Por qué ventilar una investigación trunca?

¿Por qué revelar una indagatoria a medias, cuando ni siquiera teníamos presunto responsable?

¿Por qué ofender a una persona cuando ya no puede defenderse?

Ayer viajé a Nopalucan, llegué a Santa María Ixtiyucan y encontré a los deudos enojados

Me contaron que Félix era muy querido en el pueblo, me dijeron que hacía muchas obras altruistas, que había sido dos veces presidente auxiliar en el pueblo y una vez comisariado ejidal, que por eso ganó las elecciones, que la acusación de la Confederación Nacional de Trabajadores (CTM) estaba relacionada con su negativa a ceder a los intereses del líder de esta agrupación, Leobardo Soto, quien, sin duda, merece un cocimiento aparte.

Estaban verdaderamente enojados, con el dolor a cuestas, pero con el coraje enquistado, exigiendo justicia, porque, para ellos, habían manchado la memoria de un hombre bueno.

Yo, insisto, no se si Félix era o no delincuente, sin embargo, creo que las autoridades tienen la obligación de investigar el crimen, revelar por qué mataron al edil electo y explicar detalladamente si se dedicaba a actividades ilícitas o no, porque ahora no sólo se trata del honor de una persona, también saber quiénes eran sus cómplices, porque, seguramente, si era huachicolero o asaltatrenes, no realizaba estas fechorías en solitario.

La Fiscalía General del Estado (FGE) ya dijo con rapidez que no hay móvil político. En menos de 24 horas, canceló esa linea de investigación. Ok.

Ahora debe decirnos, no sólo quién mató a Aguilar Caballero e, incluso, quién lo mandó a matar, sino también si era o no delincuente, porque, de lo contrario, se habrá fomentado otro linchamiento… pero mediático.

@ferperezcorona /@elpurgatoriomx

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