La mujer de 61 años de edad sólo estuvo una vez en el servicio público, en el sexenio 2011-2017.


¿Les ha pasado que llegan a lamentar nunca haber sido amigo de una persona en especial, que sabes de su muerte y que te duele, como si hubiera sido amiga cercana?

Este jueves, le pasó a mucha gente con el fallecimiento de Amy Louise Camacho Wardle. Inicialmente, su derrame cerebral y después la solicitud urgente de donadores, preocupó a una buena parte de la capital poblana.

Un cartel elaborado en Africam Safari que pedía la ayuda de la tribu, se multiplicó en redes sociales. La respuesta fue de tal tamaño que fue necesario un segundo cartel para agradecer el apoyo y detener la fila de donadores que esperaban apoyar a Amy.

La mujer de 61 años de edad sólo estuvo una vez en el servicio público, en el sexenio 2011-2017, cuando un bloque opositor al PRI, encabezado por Rafael Moreno Valle llegó a Casa Puebla.

Para los poblanos, esa incorporación, la de la mujer nacida en Estados Unidos, reflejaba a la sociedad, a la que quería a Puebla, a la que veía en ella una esperanza de hacer lo que los poblanos siempre hemos querido: sanear los ríos, recuperar áreas verdes, planear con perspectiva ambiental…

No la dejaron y renunció a su cargo Docenas de leyendas se entretejieron respecto a su relación con el gobernador, muchas de ellas ciertas.

Pero, con la frente en alto, salió de la administración estatal para retomar su gran proyecto: Africam Safari, ese que tomó en sus manos apenas con la mayoría de edad para convertirlo en el principal polo de atracción turístico de la capital.

Amy era… es sinónimo de Africam Safari. Pero, dicen, quienes convivieron cerca de ella, que destacaba más por su valor como ser humano. Y sí, lo alcancé a percibir. Hace seis años fue madrina del primer programa local de Imagen en Puebla, en ese entonces encabezado por Héctor Rodrigo Ortiz y yo, lo llamamos Imagen Informativa, el primer nombre de lo que ahora usted conoce como Imagen. Es Puebla y que se transmite los sábados a las 8 de la mañana Para mi, lo más impactante era su sonrisa, franca, sin poses.

Su exposición libre me dejó en claro por qué hizo lo que hizo, en aquél entonces. Nos habló de un proyecto en Chile, que lamentablemente no aterrizó, pero nos resumía sus ganas de vivir y su intensidad para vivir la vida Una gran mujer, sin duda Nunca llegué a ser su amigo; pero, como muchos, era un admirador de su obra.

Una lideresa de familia que llevó su proyecto hasta donde su imaginación lo había definido. Una mujer con una vida para tratar de emular, como empresaria, como activista, como madre, como compañera, como socia…

Soy mujer, con todo lo que eso implica, imperfecta con luz y sombra, que ama ferozmente sus causas y a los que amo, una mujer en busca de ser luciérnaga, dijo en aquella entrevista de junio de 2014, cuando explicó que quería generar su propia luz. Hoy su luz se apagó, pero su legado sigue vigente.

Hoy se convirtió en leyenda, dijeron sus familiares Sin duda, en leyenda, respondemos todos. QEPD, Amy Camacho Y recuerde: Nadie es completamente bueno, ni completamente malo

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