Rocío Limón, mamá de Paulina Camargo exigió a las autoridades la localización inmediata de su hija y nieto al cumplirse 8 años de la desaparición.
Señaló que, ni la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) ni el Gobierno de Puebla han actuado en este caso y otras desapariciones.
«Esta adrenalina que ven en mí es la que tengo todos los días, y que debo de contener. Tengo 8 años que no puedo dormir, y debo estar presente porque tengo a mi familia; estoy obligada a ver a mi familia. Esta soy yo, en lo que me he trasformado desde el día que yo entré a esa Fiscalía a presentar la denuncia por la desaparición de mi hija».
Frente al Congreso del Estado de Puebla, la Madre Buscadora leyó un pliego petitorio para solicitar a los diputados que se legisle para crear una estrategia o protocolo para localizar a personas desaparecidas.
En la petición, Rocío Limón pide a los legisladores el fortalecimiento de la ley estatal sobre personas desaparecidas para que tenga un enfoque de género y se garantice la búsqueda efectiva, así como el castigo a los responsables, además de sanciones más severas contra quienes comenten actos de violencia y desaparición en contra de mujeres.
Como parte de la protesta, se realizó una caravana, que inició frente a las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla (CDH Puebla) para exigir justicia para Paulina Camargo y su hijo no nato.
La caravana llegó hasta las inmediaciones de Casa Aguayo, sede del gobierno del Estado para buscar un encuentro con el gobernador, Sergio Salomón Céspedes, pero se colocaron vallas metálicas lo que impidió que se acercará.
La madre buscadora quería entregar un pliego petitorio para garantizar la búsqueda y hallazgo de su hija y su nieto.
Paulina Camargo desapareció hace 8 años
Paulina tenía la edad de 19 años y casi 5 meses de embarazo cuando desapareció el 25 de agosto de 2015, día que tenía una cita con el médico por su embarazo, que de inicio fue rechazado por el progenitor quien sugirió interrumpir la gestación.
La última vez que su familia la vio, salió con José María Sosa Álvarez, de entonces 20 años de edad, y padre del bebé, quien esta encarcelado en el penal de San Miguel con una sentencia de solo 16 años de cárcel por homicidio y aborto. No se le imputó el delito de feminicidio porque no hay cadáver o pruebas.
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(Con información de Itzeli Zamora)