Ocurre porque el regreso al trabajo, implica un retorno a horarios, responsabilidades y estrés que no sentimos durante las vacaciones.

En éstos días cuando ya se acaba el periodo vacacional, se nota un cambio en el ánimo general y comienzan a circular los memes sobre el regreso al trabajo y aunque se intente tomar con humor, lo cierto es que hay personas a las que les les dificulta mucho ésta vuelta a la rutina.

Es fácil de entender que después de unos días de descanso, incluso fuera de la ciudad donde vivimos, fuera de los horarios cotidianos, de las responsabilidades y tareas, nos cueste trabajo regresar a la rutina y por ello no es de extrañar que desde que se nos pide la llave la habitación del hotel donde nos hospedamos o empezamos a empacar para el regreso, experimentemos una sensación de desánimo que puede extenderse varios días y es por eso que se intenta alargar la temporada festiva ya en el ámbito laboral, como por ejemplo partiendo la rosca de reyes en la oficina.

Sin embargo, resulta muy contrastante el ímpetu con el que terminamos el año y tratamos de iniciarlo de la misma manera, pero en cuanto comenzamos con la rutina, pareciera que el agobio se apodera de nosotros y sentimos que todas aquellas metas que nos planteamos, difícilmente las alcanzaremos.

Esto tiene un nombre: síndrome postvacacional y se refiere al proceso adaptativo de vuelta a la rutina, después de un periodo vacacional. Ocurre porque el regreso al trabajo, implica un retorno a horarios, responsabilidades y estrés que no sentimos durante las vacaciones.

Si bien es cierto que no todas las personas lo experimentan, hay algunas que pueden desarrollar síntomas físicos y psicológicos cuando se acerca el momento de regresar a la rutina laboral. Algunos de los los síntomas incluyen palpitaciones, sudoración o tensión muscular y a medida que se inicia la rutina laboral, se puede experimentar cansancio, tristeza, apatía, desmotivación, irritabilidad e incluso evitación de algunas tareas que resultan particularmente difíciles de realizar.

¿Quiénes son más propensos a sufrir éste síndrome? Particularmente las personas que se desarrollan en trabajos cuyo clima laboral no es adecuado, aquellas que desempeñan trabajos que son muy demandantes y conllevan altos niveles de estrés, pero también es frecuente en personas que tienen necesidad de controlar y presentan dificultad para adaptarse.

¿Cómo podemos distinguir si padecemos del síndrome postvacacional? Debemos observarnos y estar atentos si presentamos cambios en nuestro estado de ánimo, no logramos rendir de la misma forma en nuestro trabajo o nos sentimos particularmente apáticos. De la misma forma, debemos estar atentos a los síntomas mencionados con anterioridad, pues una exposición prolongada a situaciones de estrés y poca satisfacción laboral, puede desencadenar trastornos como el de ansiedad y depresión.

¿Qué podemos hacer para enfrentar el síndrome postvacacional?

Tratar de no regresar un día antes de volver al trabajo, sino tomarnos algunos días para irnos adaptando poco a poco a los horarios y rutina.

Organizar tanto nuestros pendientes en el trabajo, como los personales, para poder cumplir con todo.

Incorporar nuevas actividades de manera gradual conforme nos vayamos adaptando, pues si aunado a la rutina, añadimos nuevas actividades como el gimnasio o alguna otra meta de Año Nuevo, podemos sentirnos agobiados y terminar por abandonarlas.

Retomar primero los hábitos que teníamos antes de las vacaciones, para incorporar otros nuevos. Por ejemplo: regular primero nuestro horario, antes de iniciar una dieta.
Ante todo, tener paciencia pues se trata de un malestar temporal.

Si notáramos que pese al tiempo, no logramos sentirnos nuevamente motivados y atentos, deberemos consultar al médico para descartar la presencia de otro problema de salud, ya sea físico o mental.

Espero que lo anterior les haya sido de utilidad y si lo están padeciendo, sepan que es normal y que pasará, si hacemos lo que está en nuestras manos.

Aprovecho éste espacio para hacerles llegar mis mejores deseos y mi agradecimiento por brindarme su atención, de la misma manera les reitero que todos sus comentarios son muy valiosos para nosotros y nos los pueden hacer llegar a través de nuestras redes sociales.

¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.

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