En la entidad hay 15 maestros ejecutantes y solo 13 agrupaciones; con el festival buscan ampliar la demanda de la confección y presentar repertorios menos tradicionales.
Actualmente en la entidad solo cuatro familias producen salterios. Son lauderos que viven en el municipio de Atltzayanca y han heredado la tradición de salir a buscar la madera, tallarla y armar la caja acústica que se identifica con los tiempos de la posrevolución. Casi en la misma proporción de familias dedicadas a la elaboración de salterios, hay 15 maestros ejecutantes y solo siete agrupaciones en la entidad.
Con el propósito de mantener y dar a conocer esta tradición, desde 2013 las familias, la asociación civil Salterios Huellas de Arte y el municipio de Atltzayanca organizan el Festival del Salterio Mtro. Leonardo Sánchez Valencia que este 2018 va por su quinta edición.
En rueda de prensa, el director de cultura de ese municipio, Sejen Luna Moreno y el director artístico del Ensamble Huellas de Arte, Claudio Israel Vázquez Herrera, señalaron que el próximo 10 de junio a las 13:00 horas en la explanada del barrio de San Antonio, en Atltzayanca, se presentarán tres ensambles de la Ciudad de México: Salteando Ensamble, Ensamble Champagne y Grupo Malintzi; las agrupaciones Dueto Dulcemelos y Orquesta Makochi de Querétaro, además del dueto Yan-quin de Taiwán y la Orquesta Hackbrettissimo de Austria.
Señalaron que los cuatro festivales anteriores lograron colocar al salterio y su música en el panorama cultural del estado, logrando su aprobación en 2016 como patrimonio cultural inmaterial del Estado. Además, los festivales han detonado la producción del instrumento, aunque ésta se ha constituido como una profesión poco rentable.
Las familias de Atltayanca producen al año entre 10 y 15 salterios con costos de entre mil y 18 mil pesos, dependiendo de la calidad del material y su destino musical como soprano, tenor, profesional o concertista.
Claudio Israel Vázquez Herrera además destacó que el propósito este año es mostrar que el salterio puede estar acorde a los tiempos y ejecutar no solo melodías de la posrevolución, sino piezas de rock; incluso, señaló, en los estado de Michoacán e Hidalgo las nuevas generaciones han creado reportorios menos tradicionales.