El alfajor, golosina tradicional de Argentina, ingresó a Iberia durante el período al-Andalus con la entrada de los árabes al continente europeo.
@cronicabanqueta
Un alfajor es una golosina tradicional de muchos países de Iberoamérica, principalmente en Argentina. Otros países con tradición de alfajores son Perú, Uruguay, Chile y España. Esta golosina está compuesta por dos galletas unidas en el centro por un relleno dulce (dulce de leche, dulce de frutas, chocolate, mousse, entre otros) y generalmente está bañada en chocolate o glaseada.
La palabra “alfajor” se deriva del árabe “[al- hasú]”, cuyo significado es “relleno”. El alfajor ingresó a Iberia durante el período al-Andalus con la entrada de los árabes al continente europeo.
El alfajor, al igual que el turrón, el almíbar o la mazapán, es un invento culinario antiquísimo de origen árabe y tradicionalmente hecho a base de una pasta de almendras, nueces y miel.
En Argentina lleva una tradición de más de 130 años.
El alfajor se introdujo en España hacia principios del siglo VIII, al ser derrotado por los árabes el último Rey de los visigodos. Esta invasión musulmana a la península ibérica se extendió por siete siglos hasta fines del siglo XV, y al territorio ibérico bajo dominio musulmán durante este período se lo conoce como al-Ándalus. Indudablemente, la influencia árabe de aquel tiempo está presente al día de hoy en toda esta zona, y las costumbres culinarias no son la excepción. Existe hoy en Medina de Sidonia, en la provincia de Andalucía, una Agrupación de Productores de Alfajores que han logrado la Indicación de Origen Protegida (I.G.P.), al igual que los mejores vinos del mundo que poseen su “Indicación de Origen Controlada” I.O.C. o D.O.C. por sus siglas en francés.
En Hispanoamérica, el alfajor es un postre dulce, que comparte el origen con su homónimo andaluz, una golosina tradicional de la gastronomía del Al-Ándalus, aunque guarde más similitudes con el alajú, en cuanto a su configuración. Fue difundido en América durante el periodo virreinal. Su nombre proviene del hispanoárabe al-hasú que significa ‘el relleno’.
El característico formato redondo o de oblea de la mayoría de las variedades de alfajor de Latinoamérica proviene de España, donde se encuentran antecedentes desde por lo menos el siglo XVIII.