Durante la década de 1930 el género musical parecía tener en algunos países una fuerte competencia con el tango, pero en 1935, año en que muere Carlos Gardel, el género sufre un enorme empuje.

Al difundirse el bolero desde Cuba por toda América Latina, el bolero se convirtió en un género musical importante en la historia musical de México.

Su nacimiento, influencia y desarrollo dependió de su cercanía a la isla cubana, por lo que comparte un gran parecido en estilo musical con el bolero cubano, incluso llegando a influir más tarde en este. Al ser un género musical que tuvo una alta popularidad en la década de 1940 a 1970, fue un país importante para su proyección internacional durante la época de Oro del cine mexicano, entre 1936 y 1959.

El bolero llega a México a través de la península de Yucatán. Varios son los géneros musicales que permitieron la adopción del bolero en México, aunque fue la música y canto vernáculo de finales del siglo XIX de la península de Yucatán la que por su historia en común (cercanía, historia de esclavitud, ritmos bailables, uso de instrumentos musicales comunes y la corriente migratoria de cubanos hacia México) la que comenzaría interpretando de manera más cercana al bolero cubano.

El año de 1921 marca el surgimiento del bolero mexicano y “Morenita mía” de Armando Villareal Lozano, parece ser el primer bolero mexicano. De 1925 a 1929 hay un gran auge de la trova yucateca, la cual definirá definitivamente el bolero en México.

Para entender el rápido auge que tuvo, se tiene que mencionar que en la década de 1920 a 1930 la radio adquirirá una gran influencia, por lo tanto es en esta década en la que el bolero mexicano se consolida.

Surgen las radiodifusoras CYL, CYB (esta estación continúa transmitiendo hasta nuestros días bolero, con las siglas XEB-AM) y posteriormente de forma masiva la XEW y la XEQ juegan un papel muy importante en este proceso, con transmisiones de programas musicales en vivo en los que los boleristas mexicanos logran la consagración de este género en toda América Latina.

Durante la década de 1930 el género musical parecía tener en algunos países una fuerte competencia con el tango, pero en 1935, año en que muere Carlos Gardel, el género sufre un enorme empuje.

En México destacarán figuras como la de Manuel M. Ponce (1882-1948) y Tata Nacho (1894-1968), además de los yucatecos Luis Demetrio, Ricardo Palmerín, Pepe Domínguez, Ricardo López Méndez y José Antonio Zorrilla Martínez.

El primero de los llamados en México «grandes intérpretes» fue Augusto Alejandro “Guty” Cárdenas, y posteriormente el Trío Los Panchos y Agustín Lara. Es la década de 1930 muy importante para el género, pues la mayoría de los grandes intérpretes tenían una importante formación académica musical, tal es el caso del mismo Guty Cárdenas y Agustín Lara, María Grever, Lorenzo Barcelata, Alfonso Esparza Oteo, Gonzalo Curiel y Consuelito Velázquez, Juan Arvizu, Néstor Mesta Chayres, entre otros.

Agustín Lara es considerado el mayor de los intérpretes de bolero en México. Nacido musicalmente como un intérprete de burdeles, desarrolla su estilo a través del piano fuertemente influenciado por Guty Cárdenas, para finalmente convertirse en uno de los mayores compositores a nivel mundial, causando revuelo entre la sociedad artística de su época.

A través del bolero escribe un considerable número de temas clásicos del cancionero mexicano, como “Rosa”, “María Bonita”, “Como dos puñales”, “Gota de amor”, “Sólo tú”, “Cabellera negra”, “Mujer” y “Solamente una vez”. Entre las décadas de 1940 a 1970 en México se consolidará el bolero ranchero, con base en una mezcla entre la vieja canción melódica con el vigor instrumental del mariachi utilizando trompetas, violines y guitarrón y encarnado en las voces de Pedro Infante, Pedro Vargas, Jorge Negrete, José Alfredo Jiménez y Javier Solís.

El bolero ranchero tuvo proyección internacional a través del cine mexicano, a la vez que seguían existiendo grupos de bolero romántico, muy populares en las zonas urbanas manifestados en la serenata popular tradicional, como es el caso de Los Tres Ases; el bolero así se consolida como género de incontables grupos locales.

En el bolero mexicano domina el lirismo literario y una gran riqueza melódica, con intérpretes y cantantes que exhiben una gran amplitud de registros y variabilidad de voces. Su desarrollo y cercanía con otros géneros musicales de México hizo que surgiera una amplía división de boleros mexicanos: lariano (de cabaret), ranchero, de tríos, yucateco, con banda o tambora, etc.

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