Piden que transfeminicidios sean catalogados como crímenes de odio y reiteran su afán de ser aceptadas en sociedad
¡Respeto total al trabajo sexual! y ¡Señor, señora no sea indiferente se mata a las trans en la cara de la gente! fueron las consignas de la marcha con motivo del Día Internacional de la Visibilidad Trans (Travesiti, Transgenero, Transexual) que agrupó a unas 50 personas en Puebla.
Ante la mirada curiosa de los transeúntes de la capital, la bandera monumental trans circuló por la Avenida Reforma y la ondearon en la exposición «Tú» del escultor jalisciense Rivelino que se encentra en la plancha del zócalo.
Posteriormente plantaron la bandera frente al Palacio Municipal, el cual era custodiado por Policías Municipales a pesar de que se trató de una marcha pacífica.
Gabriela Chumacero Rodríguez, presidenta del Grupo Transgénero Puebla y Coalición Agnes Torres, leyó un oficio en donde solicitan que sean incluidas en los programas de empleo y dejar de ser relegadas en capacitaciones de estilistas o costureras.
Enfatizó que siguen siendo criminalizadas por ejercer el trabajo sexual, al que llegan cuando no les dan empleo en ningún lugar; al tiempo de señalar que ahora además de ser hostigadas físicamente son agredidas constantemente en las redes sociales.
“La primer batalla de la mujer trans es frente al espejo. Por siglos el patriarcado nos ha criado en una cultura de rechazo a nuestros cuerpos. Nos ha enseñado a odiarlo y mantener una vigilancia constante sobre ellos.
Para las mujeres trans esta exigencia se incrementa en nuestro afán de ser aceptadas en la sociedad recurrimos a técnicas moldeantes que ponen en riesgo nuestras vidas, al tratarse muchas veces de procedimientos sin supervisión médica con el fin de llegar a una figura lo más allegada al prototipo de mujer”.
Posteriormente el contingente marchó a la Fiscalía General del Estado (FGE) en donde realizaron otro pronunciamiento para que se esclarezcan las carpetas de investigación de transfeminicidios y que sean catalogados como crímenes de odio.
La manifestación concluyó en el memorial de Agnes Torres, activista que fue asesinada en el 2012 por su pareja, y a la que se debe la actual Ley de Identidad de Género. Ahí todas se abrazaron, se visibilizaron y fueron felices en esta marcha de la alegría trans.