La Arquidiócesis de Puebla rechazó cualquier vínculo con la “iglesia de Nuestra Señora de todos los Ángeles”, construida en las cercanías de San Pedro Cholula.

En un comunicado de prensa, la iglesia católica informó que la edificación no tiene ninguna relación con la Arquidiócesis.

El texto a través del cual se rechazó todo vínculo con la construcción de este templo apócrifo, se reproduce a continuación:

Habiendo tenido conocimiento de que, próximamente, se llevará a cabo la consagración de una edificación a la que se le ha dado el título de “iglesia de Nuestra Señora de todos los Ángeles”, en las cercanías del municipio de San Pedro Cholula, y ante el cuestionamiento de algunos fieles; la Arquidiócesis da a conocer que dicha edificación no pertenece ni jurídica ni canónicamente a la Arquidiócesis de Puebla A.R., pues ha sido construida a instancias de la denominada “Fraternidad Sacerdotal San Pío X” (FSSPX), fundada por el obispo cismático Marcel Lefebvre.

La Iglesia Católica tiene el deber de custodiar la legítima administración de los sacramentos, la guía del Pueblo de Dios y la recta predicación de la Palabra de del Señor, según la voluntad de Jesucristo; por ello, tiene también la misión de advertir oportunamente sobre cualquier persona o asociación que actúe en contra de la voluntad de Dios, contenida en la Sagrada Escritura, en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

Dado que ni la Fraternidad San Pío X ni el edificio por ellos erigido se sujetan obedientemente a las disposiciones del Santo Padre ni mucho menos a la autoridad del señor Arzobispo, se pide a los fieles a que, para su atención espiritual acudan a su respectiva parroquia, donde los sacramentos sonadministrados lícita y válidamente, en plena comunión con la Iglesia y en obediencia al Papa y a nuestro Arzobispo.

Los sacramentos administrados por los ministros de la Fraternidad San Pío X, son ilícitos por tres razones:

  1. No son celebrados en la plena comunión eclesial.
  2. Son administrados por sacerdotes acéfalos5, es decir que no están bajo una autoridad eclesiástica. No prestan obediencia al Papa. No pertenecen a ninguna diócesis ni congregación y no cuentan con licencias ministeriales expedidas por la Arquidiócesis de Puebla.
  3. Quienes han sido adheridos a este movimiento cismático, pueden recibir la pena establecida para quienes incurren en cisma.
    En suma, al celebrar ilícitamente los sacramentos, desgarran la unidad de la Santa Iglesia Católica. En cuanto el templo recién construido, es importante tener en cuenta que no puede edificarse una iglesia sin el consentimiento expreso del Obispo Diocesano, dado por escrito, y dicho templo no cuenta con ese permiso.

Finalmente, como el Papa Francisco señala en su carta a los Obispos del mundo, para presentar el Motu proprio “Traditionis custodes”: Es necesario favorecer la recomposición del cisma guiado por el movimiento de Mons. Lefebvre.

Por ello el Santo Padre previno sobre diversos abusos litúrgicos que tuvieron como consecuencia aumentar las distancias, endurecer las diferencias y construir oposiciones que hieren a la Iglesia y dificultan su progreso, exponiéndola al riesgo de la división.

Nunca olvidemos que las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia, que es sacramento de unidad, y deben realizarse siempre en comunión con la Iglesia.

Foto: Facebook Marcos Martínez

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