Obed Beltrán Sánchez, el migrante poblano asesinado durante un tiroteo en Nueva York, fue despedido con dolor y esperanza por sus familiares y amigos en su natal Tehuacán.
Su cuerpo llegó el domingo a la casa de su mamá, donde fue velado entre flores, música y oraciones.
Este lunes 19 de febrero se realizó una misa en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, donde el sacerdote reflexionó sobre la situación de los migrantes y el uso de las armas.
Después de la misa, la carroza con los restos de Obed Beltrán Sánchez avanzó recorriendo gran parte de la ciudad Tehuacán hasta llegar al panteón de «Tula», donde entró acompañado de una banda de viento y de sus seres amados.
La banda de viento tocó varias melodías mientras el féretro descendía a lo que ahora será su nuevo hogar, más cerca de los suyos, en la tierra que lo vio nacer.
Los familiares y amigos, recordaron a Obed como un hombre tranquilo, noble y amoroso, que deja un vacío en sus vidas.
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