«Modus operandi» en suspicaz robo a cuentahabiente, genera dudas en las autoridades encargadas de procurar justicia.


Las características recurrentes y sospechosas de una serie de atracos a un complejo comercial de la ciudad de Apizaco en Tlaxcala, ha generado enormes dudas entre los guardianes del orden y los impartidores de justicia.

Esto debido, ayer lunes y hace no más de 40 días, el personal de la empresa agraviada dedicada a la venta y suministro de combustibles y aceites, sufrió robos con similares características y modo de operar.

Y es que en el más reciente, llama la atención porqué, la persona que llevaría a cabo la transacción bancaria de unos 200 mil pesos, acudió sola o con la mínima presencia de alguien que brindará protección y en total estado de vulnerabilidad.

Luego minutos después de llevarse a cabo el asalto, al arrebatarle la bolsa en la que trasladaba el efectivo, quien da la voz de alerta al número de emergencias no es la víctima sino que es una persona ajena y que estaba presente en el complejo.

Además, tras darse el hecho y acudir la autoridad el lugar, la persona afectada no puede dar características específicas del ¿quién?, ¿qué? y ¿cómo?, sólo el que fueron varias personas y se retiraron con el botín a bordo de un auto blanco.

La consulta hecha genera aún más dudas, ya que en repetidas ocasiones se ha sugerido no acudir sin protección a realizar este tipo de movimientos, empero el responsable de la negociación ha denegado obtener acompañamiento de uniformados.

Lo cierto es que el pasado lunes alrededor de las 12:00 horas (con luz de día), al llegar a la institución bancaria en Plaza Apizaco, a una mujer le arrebataron una maleta que supuestamente contenía la suma ya mencionada, en un lugar de difícil acceso y donde supuestamente de forma permanente está una patrulla de la Comisión Estatal de Seguridad (CES).

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