Las organizaciones demandaron acciones de protección, la separación del cargo del primer regidor e investigar el actuar del presidente y secretario del municipio por complicidad y omisión.


Familiares del primer regidor del municipio de Españita, Oscar Dávila Portillo, golpearon a la ex trabajadora Carolina Ramírez Martínez por denunciar abuso y acoso sexual y laboral, acusaron representantes del Observatorio Ciudadano contra la Violencia de Género y de la asociación civil Todos para Todos.

Las defensoras de los derechos de la mujer en Tlaxcala señalaron que al menos seis mujeres integrantes de la familia de Oscar Dávila, golpearon con palos y amenazaron con arma de fuego a Carolina Martínez y madre que permanece hospitalizada por la gravedad de las lesiones.

Los hechos sucedieron la mañana del sábado al salir de su hogar cuando fueron intercepatadas y agredidas por las mujeres de la familia que encabeza el primer regidor, además, hubo amenazas de muerte con arma de fuego contra la familia de Carolina si mantenía la denuncia y la queja en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) por violencia sexual y despido injustificado, respectivamente.

Silvia Nava Nava, representante en Tlaxcala de Todos para Todos, señaló que los hechos ocurridos constituyen tentativa de homicidio y grave omisión por parte del presidente municipal priista, Jesús González Guarneros, por no haber permitido la intervención de la policía municipal durante la agresión, y por no haber salvaguardado la integridad de Carolina Dávila durante los abusos y acoso sexual en el tiempo que laboró en el ayuntamiento.

Del mismo modo, denunciaron la falta de aplicación de peritajes debido a que el primero se realizó 13 horas después de los hechos.

Comentaron que después de ser despedida por el presidente municipal, Carolina Dávila fue revictimizada en la comunidad, señalada y agredida verbalmente por Óscar Dávila, lo que constituye violencia de género sistemática que ha tomado todas sus expresiones, desde tocamientos, violencia sexual y laboral y violencia institucional hasta llegar a la tentativa de homicidio.

«Si la madre de Carolina fallece o si ella misma es asesinada o agredida, será culpa del Estado por la omisión a pesar de que se han dado las pruebas y se ha denunciado; las autoridades no pueden permitir que este caso salga impune porque mas mujeres agredidas nunca querrán más denunciar y el mensaje que enviarían a la sociedad sería de total impunidad y de que las relaciones políticas están por encima de la legalidad», señalaron.

Por lo anterior, las organizaciones demandaron a las autoridades ejecutar acciones de protección, así como la separación del cargo del primer regidor por abuso de poder y violación a los derechos humanos de la víctima, y que inicien una investigación contra el presidente y secretario del municipio por complicidad y omisión.

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