Relojes inteligentes ayudarían a detectar párkinson 7 años antes de diagnóstico, de acuerdo a la investigación del UK Biobank, una institución que funciona como base de datos biomédica a gran escala y que contiene información genética y de salud detallada de medio millón de participantes del Reino Unido.
El estudio señala que mantener pulsadas las teclas del celular cuando escribimos o cambios en el patrón de sueño pueden ser clave para detectar el párkinson en personas que comienzan a padecer los primeros síntomas.
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Según Sputnik News, el estudio comenzó en el 2006 y participaron más de 103.000 personas residentes en la isla europea, todas mayores de 40 años.
A este grupo de personas que venían siendo estudiadas desde hace una década se les entregaron relojes inteligentes a partir del 2016 y se registraron sus comportamientos durante una semana, recolectando la información que guardaban los dispositivos.
Las claves de los relojes inteligentes que detectan párkinson
Todas estas señales, indica la investigadora, aparecen antes de la enfermedad y mucho antes de su diagnóstico.
La clave en los relojes inteligentes para ayudar a detectar el párkinson tiene que ver con uno de sus componentes, el acelerómetro, un sensor que registra la aceleración y el inicio de cada movimiento.
De acuerdo a lo relatado en el estudio, los investigadores recurrieron a la inteligencia artificial para identificar patrones entre los miles y miles de datos sobre la movilidad de los participantes.
De esta forma, pudieron identificar que entre las personas que tenían el diagnóstico de la enfermedad se observaba un descenso en la movilidad entre las 7:00 y las 00:00 horas, sin importar si se habían dejado de mover o no.
Según dijeron sus responsables, el plan a mediano plazo es diseñar una plataforma que permita recoger los datos de los habitantes que usan relojes inteligentes para determinar con anticipación quién podría desarrollar párkinson (una enfermedad que hasta el momento no tiene cura o terapia para frenarla) y poder comenzar cuanto antes el tratamiento experimental para detener su avance
Foto: Especial