Los rituales de consumo idiosincrásicos podrían no ser aconsejables para las personas con trastornos obsesivo-compulsivos.

En tiempos donde el distanciamiento (y en ocasiones el aislamiento) son aconsejados, crear y sostener rituales personales puede ayudarte a sentirte menos solitario. Según un nuevo estudio, adoptar rituales especiales para que las tareas cotidianas sean más significativas puede aliviar los sentimientos de soledad 

Por qué es importante

Las personas que experimentan soledad suelen sentir que sus vidas carecen de sentido. Los rituales dan significado, otorgan un propósito y, en su mayoría ocurren en entornos de celebración, grupos sociales o religiosos y se basan en valores culturales compartidos y los refuerzan. Con la búsqueda de una estructura en medio de tanto caos, algo tan simple como la manera de preparar un té, siempre que sea interpretado como un ritual, puede hacer que la experiencia sea más significativa, y esto hace que las personas se sientan menos solas.

Los rituales también son una parte importante de la cultura de consumo. En este caso, no se basan en valores culturales compartidos y pueden ser creados por especialistas en marketing o consumidores individuales. Los especialistas en marketing saben desde hace mucho tiempo que los rituales facilitan las relaciones con los consumidores y las marcas y entre los propios consumidores.

Qué metodología usaron

Para averiguar si los rituales en torno a los productos de consumo cotidianos también podrían ayudar a las personas a sentirse menos solas al imbuir el uso de los productos con significado, el equipo de investigadores entrevistó a los participantes con preguntas diseñadas para evaluar su grado de soledad crónica.

Luego, les dijeron que los consumidores a menudo adoptan rituales en torno al consumo de productos cotidianos. Preguntaron acerca de los rituales que practican los participantes y les pidieron que imaginaran o que realmente usaran el producto de una manera ritualista, o que interactuaran con el producto de la manera por lo general lo hacían.

Qué encontraron

Los participantes que experimentaron la soledad más crónica también participaron habitualmente en la mayoría de los rituales relacionados con los productos de consumo. Además, aquellos que completaron actividades que los investigadores diseñaron para inducir la soledad se sintieron menos solos después de completar un acto real o imaginario de consumo ritualizado. También indicaron que sentían que su vida tenía más sentido después de la acción.

Los consumidores pueden involucrarse más fuertemente con las marcas que crean rituales en torno a la compra o el uso de productos porque encuentran significado y un sentido de comunidad, revela el estudio. Los autores también sugieren que los gobiernos pueden hacer más para reducir la soledad generalizada mediante la promoción de rituales que no incluyan opciones de productos particulares y cuyo objetivo sea dar significado a vidas carentes de ello.

Aunque los participantes se sintieron menos solos inmediatamente después de usar el producto, los investigadores no hicieron un seguimiento para determinar cuánto tiempo duró este sentimiento.

Finalmente, destacaron que los rituales de consumo idiosincrásicos podrían no ser aconsejables para las personas con trastornos obsesivo-compulsivos.

Artículo original y fuentes bibliográficas AQUÍ.

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