Entre el 10% y el 15% de los bebés crecen mal en el vientre materno, y a menudo muestran un crecimiento reducido de los vasos sanguíneo

Científicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, han identificado una señal clave que el feto utiliza para controlar su suministro de nutrientes desde la placenta, revelando un tira y afloja entre los genes heredados del padre y de la madre. El estudio, realizado en ratones y publicado en la revista ‘Developmental Cell’, podría ayudar a explicar por qué algunos bebés crecen mal en el útero.

A medida que el feto crece, tiene que comunicar a la madre sus crecientes necesidades de alimento. Recibe su alimento a través de los vasos sanguíneos de la placenta, un órgano especializado que contiene células tanto del bebé como de la madre.

Entre el 10% y el 15% de los bebés crecen mal en el vientre materno, y a menudo muestran un crecimiento reducido de los vasos sanguíneos de la placenta. En los seres humanos, estos vasos sanguíneos se expanden drásticamente entre la mitad y el final de la gestación, alcanzando una longitud total de aproximadamente 320 kilómetros a término.

El equipo utilizó ratones modificados genéticamente para mostrar cómo el feto produce una señal para fomentar el crecimiento de los vasos sanguíneos dentro de la placenta. Esta señal también provoca modificaciones en otras células de la placenta para permitir que pasen más nutrientes de la madre al feto.

El doctor Ionel Sandovici, primer autor del trabajo, explica que «a medida que crece en el útero, el feto necesita el alimento de su madre, y unos vasos sanguíneos sanos en la placenta son esenciales para ayudarle a obtener la cantidad correcta de nutrientes que necesita«.

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