No importa si hubo errores de organización, si uno u otro se vieron feo, si el mal tiempo estropeó la fiesta, si se vistieron con la cortina o si faltó un toque fino
Este lunes iniciaron nuevas gestiones municipales. Teóricamente debían haber sido 212, después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), anuló los procesos en cinco municipios.
Sin embargo, en Santa Clara Ocoyucan, Cañada Morelos y Mazapiltepec, los ahora exalcaldes se negaron a entregar el poder a los integrantes de los concejos municipales conformados por el Congreso local.
Y hoy nos enteramos que en Tepeyahualco y otros municipios tampoco rindieron protesta los alcaldes electos. Entonces, no están todos los que debían estar, pero casi.
En la capital de Puebla, Claudia Rivera asumió la Presidencia Municipal a la media noche, después tuvo su primera reunión de cabildo y más tarde dió un mensaje con motivo de su primer día en el puesto. Llamó la atención que no haya destacado, ni agradecido la asistencia de la lideresa nacional de su partido, Morena, Yeidckol Polevsky, ni tampoco que haya sido acompañada por el todavía candidato a gobernador de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa.
Pero, no sólo eso, si bien hubo muchos que concentraron su atención en la desorganización del acto protocolario, sobre todo en el sonido, hubo tambiién quienes descubrieron que otra vez el logo de la nueva imagen del ayuntamiento nació en una biblioteca de diseño; pero, además, le cuento en corto, el escudo de la administración 2018-2021 parece una copia de aquel usado en la gestión de Luis Paredes Moctezuma, muy minimalista, esquemático, con rectángulos que refieren a las 5 torres del escudo de armas.
A la par de lo que sucedió en la capital, hubo quienes se volaron la barda, como los alcaldes de Yehualtepec y Huitzilan de Serdán, quienes exhibieron su desconocimiento de la Ley sobre el Escudo, la Bandera e Himno Nacionales.
El independiente Florencio Galicia Fernández y antorchista y priísta Delfino Bonilla Ángel tomaron la decisión de convertirse en los nuevos Varguistas y tal cual la escena en la película de Ley de Herodes, rindieron protesta de sus cargo con una banda tipo presidencial. El primero hasta cometió el error de ponerse los colores al revés y el otro hasta se aventó la puintad de ni siquiera usar traje para vestir con garbo este símbolo, el cual recuerdo que sólo puede usar al Presidente de la República y que podría representarles, según el artículo 56 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, un arresto de 36 horas o una multa de 250 salarios mínimos, lo que representaría unos 30 mil pesos de sanción económica, aproximadamente.
Anécdotas hay muchas en el relevo en los ayuntamientos, como que la gobernadora electa Martha Erika Alonso estuvo en Atlixco, juntos con José Antonio Galñi, después que ese es el único municipio grande que ganó la coalición Por Puebla al Frente; que en San Andrés Cholula cayó un aguacerazo que truncó el concierto que daba José Joel a los invitados de la alcaldesa Karina Pérez; que hubo un importante operativo de seguridad en San Martín Texmelucan para que asumiera el cargo de alcaldesa Norma Layón, quien por cierto, convino con el gobierno estatal tener un mando policiaco mixto hasta el final de la actual administración estatal…
Pero sabe qué. Las formas no interesan. Desde mi punto de vista, si hubo errores de organización, si uno u otro se vieron feo, si el mal tiempo estropeó la fiesta, si se vistieron con la cortina o si faltó un toque fino en estas ceremonias, no importa.
Al fin y al cabo, no los queremos de maestros de ceremonias o para organizar fiestas. Necesitamos buenos gobernantes, que sepan honrar su palabra de hacer diferente y mejorar las cosas. Ya sabemos que son inexpertos; pero no por eso tienen tres años de gracia para echar a perder, remendar y volver a intentar. No señores, no señoras. El pueblo de sus municipios les concedieron un bono democrático muy grande y esperan no sólo promesas, esperan resultados y resultados positivos.
Por el bien de todos, por el bien de los más de 210 municipios que ya tienen a sus alcaldes, que así sea.
Y recuerde:
Nadie es completamente malo, ni completamente bueno