Después del huracán Grace, los caminos quedaron más afectados de lo que ya estaban, según los habitantes de la zona.

Las fallas exhibidas en la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde, de las cuales existen documentos que han sido públicos, mantienen en la inquietud a los pobladores de la región aledaña, que abarca los municipios de Alto Lucero y Actopan, ya que aseguran que no hay rutas adecuadas para alejarse de la zona de riesgo en caso de un accidente.

El 14 de julio de este 2021, una Notificación de Evento Reportable menciona que hubo un incremento de temperatura en el contenedor primario, en la que se declaró inoperable el tren de mezclado de hidrógeno, lo que provocó que alcanzara una temperatura mayor a los 82.2 grados Celsius en el sector nombrado técnicamente 2-D61-TE-7150.

Mal presagio

Este y otros eventos han sido negados sistemáticamente por autoridades federales a pesar de la exhibición de los documentos internos. Los pobladores han expresado su preocupación, ya que los caminos usados como rutas de evacuación no los alejan de la planta por completo, sólo circulan en paralelo y están en mal estado.

“Es un mal presagio”, concluyó un exfuncionario de los planes de emergencia, quien en entrevista pidió el anonimato; aseguró que el nivel de las emergencias ha ido de menos a más y la última reportada el pasado 30 de octubre, cuando una de las unidades perdió electricidad porque uno de los transformadores quedó inoperante, tendría que haber sido reportado tanto al interior como al exterior de la planta y desalojar a la población que habitan en cuando menos un radio de 5 kilómetros, porque así lo establece el plan de emergencia externo.

Y no sólo hay riesgo para la población, los trabajadores al interior de la planta también padecerían las consecuencias.

«Del plan de emergencia interno dice que si un evento de este tipo sucede, que es el más grave en la escala de los operadores de centrales nucleares, debe desalojarse a los empleados no esenciales, como administrativos y sólo deben quedarse los operadores o la gente que tenga que ver con la operación de los reactores”.

Indicó que no hay información al exterior sobre las decisiones que se toman. Que al exterior la gente no sabe ni quién dirige la planta. “Cuándo saben que se va un gerente y llega uno nuevo, no le comunican nada a la población y menos a la población cercana que corre más riesgo”, aseveró.

Después de la población cercana, seguiría la que habita en el radio de los 80 kilómetros a la redonda, considerada vía ingestión, porque la forma en que pudiera adquirir la población la contaminación es a través de la inhalación en el aire o del depósito en los alimentos, en el suelo o por la ingestión de otros animales que se hace una cadena hacia las personas.

«Han pasado situaciones que hablan de una ineficiencia en la operación de planes internos y externos de emergencia. También habla de que falta mantenimiento, es un hecho, porque se habla de la subestación eléctrica de la cual propició el último accidente ocurrido el pasado 30 de octubre y otro anterior de la falla de los transformadores, no hay energía eléctrica, lo que quiere decir que se quedan expuestos todos los equipos que deban funcionar para emergencia y ya ni se diga todas las demás operaciones”, aseguró.

Funcionamiento

La planta nuclear puede funcionar 30 o 40 años o más, pero con un solo evento echa al traste todo lo que se haya trabajado eficientemente, porque las centrales nucleares tienen el tema de que la radiación puede dañar a la población, lo que advirtió que debe ser tomado en cuenta.

“Sobre estos señalamientos, se intentó conocer las acciones que contempla el Plan de Emergencia Radiológica Externo, programa a cargo de la Secretaría de Protección Civil para la población aledaña. Le expusimos a la vocería de la dependencia el interés por escuchar a la titular, Guadalupe Osorno Maldonado, pero no hubo una respuesta”. dijo.

Nota completa AQUÍ.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *