En el trasfondo de la lucha por la dirigencia del partido se asoma también otra disputa.

El próximo presidente de Morena tendrá control sobre miles de candidaturas en 2021: 15 gubernaturas que podrían dar a ese partido control político de la mitad del país y, de paso, allanar el camino al próximo candidato presidencial en 2024.

En el trasfondo de la lucha por la dirigencia del partido se asoma también otra disputa. Aunque faltan más de tres años para el 2024, los tres indiscutibles presidenciables del morenismo, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal, también miden fuerzas a través de sus alfiles, porque no es lo mismo competir con los gobernadores y la estructura de su lado que si los apoyos orgánicos y el respaldo de Palacio Nacional.

Mario Delgado, Porfirio Muñoz Ledo, Yeidckol Polevnsky, Alejandro Rojas y Gibrán Ramírez, los principales aspirantes de entre una lista de 35 que se medirán para ser los más populares y llegar a la encuesta definitoria, buscan no solo dirigir un partido político, también tener el poder de decidir sobre el futuro de la primera fuerza política del país.

Una dirigencia de tres años que tendrá control de más de 800 millones de pesos en prerrogativas y más de 8 mil cargos de elección popular que serán posiciones de poder de cara a la elección presidencial de 2024, donde, sin duda, la decisión final sobre su relevo, recaerá, en el primer morenista del país: el Presidente de México.

Mario Delgado, juega sus cartas a partir de las aspiraciones de su líder político, el canciller Marcelo Ebrard, que a la distancia se perfila como el aspirante natural a ocupar la silla de Andrés Manuel López Obrador en 2024.

Con el apoyo de los recursos económicos, políticos y humanos que tiene como coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, busca a través de una encuesta de popularidad, encabezar el rumbo del partido por los próximos tres años.

Porfirio Muño Ledo, el histórico parlamentario y reconocido líder político, apareció cuando la carrera por la dirigencia estaba ya avanzada y decidió con el respaldo de los fundadores de Morena, buscar a base de experiencia dirigir los rumbos de Morena por los próximos tres años, de la mano de quienes perfilan las aspiraciones de personajes cercanos a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, quien sin duda también tiene la simpatía de López Obrador.

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