Tras consultar a otras fuentes, GIRE documentó 7 quejas: una se concilió, una concluyó en queja y una más derivó en recomendación

Desorganización y falta de datos para conocer sobre quejas por violencia obstétrica en Tlaxcala, es una de las deficiencias del sistema de salud estatal que el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), detectó en el periodo 2010-2020.

De acuerdo con el informe “El camino hacia la justicia reproductiva: una década de avances y pendientes”, el sector salud de Tlaxcala no conoce sobre las quejas de personas usuarias a servicios de salud por violencia obstétrica.  

Sin embargo, tras consultar a otras fuentes el Gire documentó siete quejas, de las cuales, una se concilió, una concluyó en queja y una más derivó en una recomendación aceptada por el sector de salud local.

Este número apenas expone una realidad que aún no puede medirse, pero que se entrevé con el registro de 122 quejas administrativas por violencia obstétrica, aunque de ninguna hay registro de que hayan concluido en acuerdo, resolución administrativa o que se encuentren aún en trámite.  

En 2016 se incluyó la violencia obstétrica en la Ley de acceso a una vida libre de violencia de Tlaxcala; al respecto, el Gire ha recomendado a las legislaturas no tipificar penalmente la violencia obstétrica debido a que, en la práctica, no contribuye a reducir la violencia.  

“La incidencia de la violencia obstétrica guarda una estrecha relación con un contexto específico caracterizado por problemas estructurales que escapan por completo a la misión del derecho penal, en un país desbordado por la demanda de servicios sanitarios y en el que la inversión en salud es insuficiente”, señalan.

 
En este sentido, las legislaturas que han penalizado la violencia obstétrica son Aguascalientes, Estado de México, Guerrero, Veracruz, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.

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