Los resultados del Anteproyecto del Programa no son alentadores, al poner en relieve serios problemas comunes en los 39 municipios de la metrópoli

Ríos contaminados, sistemas de recolección de basura obsoletos e insuficientes y un crecimiento exponencial de automóviles por persona, han obligado a los gobiernos de Puebla y Tlaxcala y los 39 municipios que conforman la metrópoli, a echar a andar un Proyecto Metropolitano para garantizar una urbanización ordenada y limpia.

Los resultados del anteproyecto del programa no son alentadores, pues han destapado las principales problemáticas de la zona: contaminación del Río Atoyacescasez de agua potable, falta de regulación de la zona industrialdeforestación y plagas en la zona de La Malinchecongestión de carreterastrata de personasrobos y una mala pleneacion turística de la región, entre otras problemáticas halladas en las primeras mesas de trabajo.

El estudio para justificar el proyecto señala que, actualmente, en la región existen 60 puntos de monitoreo sobre la calidad del agua con color rojo que confirman que el afluente del Alto Atoyac está gravemente contaminado. Además, en la región existen cuatro rellenos sanitarios con graves problemas de contaminación de mantos acuíferos y sueños.

«Los niveles de contaminación en los cuerpos de agua son graves, principalmente en la vertiente del Río Atoyac. En relación a la contaminación del suelo, existe un manejo inadecuado de los residuos sólidos que provoca contaminación. Deberá crearse una estrategia regional que garantice un mejor manejo», refiere el documento.

Advierte que los municipios de Acajete, Amozoc y Tepatlaxco se encuentran sobre uno de los acuíferos sobreexplotados por actividades primarias y en riesgo de colapsar si no se interviene. Otro dato es que en la zona metropolitana se generan 2 mil 898 toneladas diarias de basura, de las cuales solo se reconectan 2 mil 475 toneladas, lo que equivale a un déficit de 14.6 por ciento de basura que se tira en calles, barrancas y zonas silvestres.

El proyecto además evalúa la condición de bienestar y acceso a los servicios de la población. Uno de los datos es que en 39 municipios no hay conexión a fibra óptica y el 30 por ciento de la población no tiene acceso a internet. Además de que en la zona hay un déficit de bibliotecas municipales, de casas de artesanías que junto con el crecimiento urbano desordenado influye en la pérdida de identidad. También hay un déficit de casas de cultura y de museos locales o regionales.

Respecto a la inseguridad, el informe señala que 2021 fue el año más inseguro en la zona en los últimos ocho y que el municipio de Puebla concentra el 58 por ciento de los delitos. El robo es el delito que creció en los últimos años mientras que el homicidio y el secuestro disminuyeron considerablemente.

Los tres municipios poblanos más peligrosos son Puebla, San Martin Texmelucan y San Andrés Cholula; en contraste, los más pacíficos de la zona son Domingo Arenas, Teacalco y Quilehtla, del estado de Tlaxcala.

Una de las preocupaciones recogidas en las mesas de análisis, fueron los delitos contra las mujeres, feminicidios, trata de personas y delitos sexuales.

En 2022 se registraron 6 mil 352 de estos delitos, la mitad fueron reportados en Puebla, San Andrés Cholula y San Pedro Cholula.

El proyecto para revertir y controlar estos problemas está sometido a consulta popular. Hasta ahora, los gobiernos estatales han instalado la Comisión de Ordenamiento Metropolitano para coordinar las actividades, se ha firmado el convenio en 2020 y se han publicado los acuerdos en los respectivos periódicos oficiales.

En noviembre, se lanzó la consulta ciudadana dirigida a los 39 municipios involucrados para conocer si continúa o no el proyecto en la cuarta zona metropolitana más importante del país, esta cerrará el próximo 22 de diciembre.

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