Cinco de cada 10 viviendas tiene humedad, grietas o necesitan de ampliaciones.

La crisis laboral que desencadenó la pandemia llevó a que 190 mil familias poblanas tuvieran dificultades para pagar las hipotecas o rentas de sus casas, lo que originó el crecimiento de la deuda con bancos o la suspensión de los prestamos familiares, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este efecto no se dio en mayor medida en Tlaxcala debido a que es la séptima entidad con el menor porcentaje de viviendas propias adquiridas con crédito vigente, a diferencia de Puebla con un número importante de familias que accedieron a recursos a través de créditos Infonavit, Fovissste o cualquier otra fuente de crédito.

Apenas Zacatecas, Guerrero, Nayarit, Colima y Tlaxcala reportaron poco más de mil acciones de financiamiento contra las 119 mil que concentraron en los estados de Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Chihuahua, cantidades que también las coloca entre las entidades que más se vieron afectadas por la pandemia durante 2020, con 351 familias del Estado de México, 310 mil de Jalisco, 226 mil de Ciudad de México y 190 de Puebla que sufrieron algún impacto económico que puso en riesgo su acceso a la vivienda.

En este caso, la cantidad de familias que no accedió a créditos hipotecarios en Tlaxcala corresponde con las zonas donde el desempleo o la informalidad fueron más altos durante 2020, y comparte las primeras cinco posiciones con Oaxaca, Guerrero, Chiapas e Hidalgo también con el mayor porcentaje de familias que construyó su hogar con recursos propios.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda 2020 (ENVI), en Tlaxcala y Puebla el 79.6 y 67.1 por ciento de las familias con viviendas particulares propias las adquirieron construyendo con recursos propios, y solo dos de cada 10 la compraron nueva o usada.

Respecto a los créditos, el 81 por ciento de las viviendas en Puebla requirieron alguna fuente de financiamiento, sobre todo del Infonavit o de instituciones financieras privadas; en esta condición se encuentran 67.8 por ciento de los casos de viviendas nuevas o usadas adquiridas.

Las cifras entre las dos entidades coinciden en las necesidades de los hogares, por ejemplo, cinco de cada 10 viviendas en Puebla y Tlaxcala presenta problemas estructurales de humedad, filtración de agua o cimientos, muros o techos; sus paredes y techos tienen cuarteaduras o grietas y seis de cada 10 necesitó construir, adaptar o ampliar su espacio de vivienda a causa del confinamiento.

A nivel nacional 3.1 millones de familias, además de los problemas estructurales que pueda presentar su vivienda, tuvieron problemas para pagar la renta o la hipoteca, en el primer caso 1.5 millones tuvo dificultad de pagar la hipoteca y 1.6 millones para pagar la renta.

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