El monumento histórico tlaxcalteca desataca por sus ornamentos arquitectónicos únicos, como su torre exenta o su alfarje de estilo mudéjar

Autoridades de la Secretaría de Cultura federal, el Gobierno del estado de Tlaxcala, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Diócesis de Tlaxcala develaron dos placas conmemorativas para celebrar que el Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción, en Tlaxcala, es reconocido en la Lista de Patrimonio Mundial, como parte de la declaratoria de los “Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl”.  

Durante la ceremonia que se llevó a cabo la noche de este lunes 9 de agosto, la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, acompañada del gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez; el obispo de la entidad, Julio César Salcedo Aquino,  y el oficial adjunto de proyectos de la oficina de la UNESCO, Alejandro Alcaraz, comentó que los trabajos que permitieron el reconocimiento de este recinto surgieron de la comunidad y transitaron con el apoyo de la Diócesis y de los gobiernos municipal, estatal y federal, “en un compromiso férreo por servir al patrimonio, a la cultura y a la nación”.

Recordó que el inmueble vivió un proceso de reconstrucción, ante los daños por los sismos de 2017, y de rehabilitación preventiva; en su cuidado se seguirá contando con el apoyo del Gobierno Federal, dijo.  

“Un patrimonio se vive, si no tiene una vitalidad comunitaria pierde sentido y este patrimonio tiene una comunidad vital, generosa a su alrededor. La restauración preventiva es una de las maneras más responsables para que podamos cuidar nuestros tesoros; tal vez el mantenimiento no es aquello que se vea más, o que luzca más, pero es un acto de responsabilidad absoluta”, agregó.

En su oportunidad, el gobernador Mena Rodríguez reconoció que lograr este nombramiento es un trabajo de más de dos décadas. Afirmó que el reconocimiento permitirá dar impulso al turismo en la entidad, lo que se traducirá en beneficios para la comunidad. Además de significar un motivo de orgullo para las y los tlaxcaltecas, es “un signo adicional de identidad”.

A su vez, el oficial adjunto de proyectos de la oficina de la UNESCO recordó que “en nuestro país contamos con bienes culturales, naturales, mixtos; sitios arqueológicos, centros históricos, paisajes culturales, itinerarios culturales, arte rupestre, patrimonio moderno. Esto nos vuelve un referente y sin duda nos obliga a plantearnos y replantearnos nuestro quehacer en el ámbito de la conservación y salvaguardia del patrimonio cultural y natural. Nos obliga también a mirar de cerca a las comunidades locales y, por supuesto, entablar grandes compromisos para su sustentabilidad”.

El monumento histórico tlaxcalteca desataca por sus ornamentos arquitectónicos únicos, como su torre exenta o su alfarje de estilo mudéjar. De acuerdo con diversas fuentes históricas, la actividad constructiva en el emplazamiento franciscano inició entre 1525 y 1527.

Con esta adhesión, el bien patrimonial seriado denominado “Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl” se conforma de 15 inmuebles conventuales de valor excepcional (11 en Morelos, tres en Puebla y uno en Tlaxcala), construidos por las órdenes dominicas, agustinas y franciscanas.

Constituyen un testimonio del patrón arquitectónico concebido para lograr la evangelización de un extenso territorio y que compartía, dentro de sus características principales, el uso de espacios abiertos, como los grandes atrios.

El Conjunto Conventual de Nuestra Señora de la Asunción es el primer monasterio de la orden franciscana edificado en el valle que une a los estados de Tlaxcala y Puebla, coronado al oriente por el volcán Popocatépetl. Es en este lugar donde se realizó la primera versión regional de este modelo arquitectónico, que sirvió de ensayo espiritual, político y estético para comenzar la expansión evangelizadora y constructiva hacia el centro y sureste de México y, posteriormente, hacia los territorios del norte (llegando hasta Estados Unidos), cubriendo también los territorios desde el océano Atlántico hasta el Pacífico.

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