Funcionarios federales se negaron a recibir el pliego petitorio de la Caravana de Los Olvidados, quienes caminaron por varios días por los tres estados  


La Secretaría de Gobernación (Segob) se negó a recibir el pliego petitorio de La caravana de Los Olvidados. Los cientos de marchantes de Oaxaca, Puebla y Morelos acusaron desplantes de funcionarios y una política de “oídos sordos” para la atención de los damnificados de los sismos del año pasado.

Omar Esparza, líder del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) e integrante de la Coordinadora General de Damnificados del Istmo (CGDI) aseguró que autoridades federales incumplieron su promesa de instalar una mesa de diálogo y simplemente plantaron a la caravana que había marchado por días desde sus comunidades de origen.

Precisó que la demanda de los afectados para un segundo censo y de transparencia para el uso de recursos ni siquiera fue recibida,  por lo que pobladores de las comunidades de Puebla como Acatlán, Chila, Petlancingo, San Jerónimo Xayacatlán, San Pablo Anicano, quedarán fuera de toda ayuda.

Lo mismo para los afectados de San Pedro Yeloixtlahuaca, Axutla, Chinantla, Tulancingo del municipio de Aclatlán, así como las de Atlixco: Huaquechula, Ocoyucan, San Gregorio Atzompa, Tochimilco y de los municipios de Chiautla, Izúcar de Matamoros, Tehuacán, Tepeaca y Tepexi.

“El diálogo con la Secretaría de Gobernación fue una mentira. No tuvimos atención alguna, solo oídos sordos y desplantes a nuestra caravana de damnificados “Los olvidados” que con gran sacrificio caminó por comunidades que viven una realidad cada vez más complicada, no solo por la crisis alimentaria, sino también, hoy, por haber perdido su hogar”, sostuvo Esparza.

Insistió que el derecho al acceso a la educación es violentado por las cientos de escuelas dañadas, todo esto sumando a la nula atención en el sistema de salud.

“Sólo rabia nos ha dejado la demanda de justicia, como en el caso de nuestra compañera Betty Cariño: después de 8 años, sigue en la impunidad su asesinato. Vemos a miles de familias, quienes perdieron todo en los sismos del año pasado, cuando la sociedad parecía haber tomado conciencia de la fragilidad en la que vivimos, sobre todo, de lo vulnerable que somos ante la naturaleza, sin que hasta ahora haya respuesta”.

El líder indígena describió que los integrantes de la Caravana de Los Olvidados realizaron un ejercicio titánico, nombraron a sus representantes, hombres y mujeres de diferentes comunidades del Istmo, Puebla y Morelos para ser sus portavoces ante las instancias de gobierno e invirtieron los pocos recursos disponibles con la esperanza de que la crisis humanitaria en los poblados fuera atendida.

“Autoridades niegan la emergencia nacional que se vive en cientos de poblados de los estados más pobres del país”.

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