La Casa de Papel ha terminado. La serie ha concluido, los fans contienen la respiración y se preguntan… ¿Quién muere?

La Casa de Papel ha terminado. La serie ha concluido con el estreno de la segunda parte de su quinta y última temporada. Y tras las dolorosas pérdidas vividas tanto al final de la cuarta temporada como en el ecuador de esta última, los fans contienen la respiración y se preguntan… ¿Quién muere en ‘Una tradición familiar’, el décimo capítulo de la quinta temporada de la serie de Netflix?

¡Alerta de Spoilers!

«Ya he perdido a dos personas muy cercanas y no voy a permitir que caiga nadie más«. Esta es la conjura que, tras las dolorosas muertes de Nairobi (Alba Flores) primero y de Tokio (Úrsula Corberó) después, se hace el Profesor (Álvaro Morte) y, finalmente, cumple su promesa y nadie de la banda muere en el tramo final de la última temporada de La Casa de Papel. Y lo hace poniendo incluso en riesgo, en serio riesgo, toda la gran operación que dirige.

 

Así, con el oro ya fuera del Banco de España, de nuevo hecho lingotes y cargado en los camiones listo para salir del Estanque de Tormentas, Sergio Marquina prefiere rendirse cuando cree que llega la policía antes que comenzar una matanza.

«No voy a permitir que gente inocente muere por algo que ya está perdido», dice el Profesor que ordena a sus hombres que dejen las armas y se entreguen ante los cuatro coches de policía… que en realidad eran los hombres de Rafael (Patrick Criado), su sobrino, y su pareja, Tatiana (Diana Gómez), la ex-mujer de Berlín, que conocían el atraco casi paso a paso y aprovecharon el momento justo para robar el oro a los ladrones.

   Una decisión que demuestra la apuesta total del Profesor por la vida y por evitar más bajas tanto en sus filas como también de los enemigos. El cerebro de la banda está ahora notablemente condicionado en sus decisiones por las muertes de Tokio y Nairobi, que pesan mucho sobre su conciencia.

Nadie muere en el final definitivo de La Casa de Papel… aunque todo el mundo cree que sí. Y es que, como parte del plan del Profesor, después de entregar el oro a Tamayo –un oro que finalmente el propio coronel descubre que es falso pero que sirve para apaciguar a los mercados y frenar la caída en picado de la economía española–, el propio Tamayo es el encargado de comparecer ante los medios para comunicar que todos los atracadores han sido abatidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad. Todos… salvo Denver, que fue trasladado ante las autoridades para, según la falsa versión oficial, colaborar con la investigación y pasar al programa de protección de testigos.

«NO ESTAMOS TODOS…»

Ante la desolación de la multitud que sigue agolpada a las puertas del edificio, sus cadáveres son trasladados en bolsas mortuorias, pero dentro de ellas se encuentran los miembros de la banda vivitos y coleando. Y es que, como bien dice el Profesor, nadie persigue a un muerto. Con su defunción, con nuevas identidades y con el oro que Rafael y Tatiana les devuelven a cambio de una parte del mismo «por honor familiar», los miembros de la banda pueden iniciar así una nueva y cómoda vida.

«No todo hubiera salido como hubiéramos querido. No estamos todos pero bueno… algo hemos conseguido«, dice el Profesor antes de que todos se unan en un emotivo abrazo grupal. Después, tras la visita de Sierra que viene a buscar una nueva identidad también para ella y para su hija, todos se suben a un helicóptero que les lleva a un destino desconocido.

Un final intenso y emotivo para una serie convertida en un fenómeno global que continuará vivo gracias a Berlín, el personaje de Pedro Alonso que contará con su propia serie precuela que llegará en 2023.

F. CulturaOcio

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