Tan famosa es la marca que hay bastantes niñas en México que se llaman no María Elena, sino Marinela tal cual.

Los mexicanos, y también muchos centroamericanos, hemos vivido durante años rodeados de nombres de marcas de productos que se han vuelto comunes.

Pero muchos tienen nombres que significan cosas inesperadas, insospechadas o simplemente curiosas. Veamos algunos de ellos.

Bimbo

La empresa panificadora (es decir, que hace pan) más grande del mundo es mexicana y tiene su origen en México el 2 de diciembre de 1945 cuando el contador y empresario Lorenzo Servitje se asocia con un grupo de empresarios para fundar una panificadora que en 1946 se comenzaría a llamar Grupo Bimbo.

La palabra Bimbo viene de una contracción de los vocablos Bingo (por el juego, muy popular entonces) y Bambi, la película de Disney estrenada unos años antes.

Yoli

Ahora es común verla en los supermercados de México y de algunos otros países como en el sur de Estados Unidos, pero durante mucho tiempo para tomar una Yoli había que ir a Acapulco, Ixtapa o Taxco, en el estado de Guerrero, porque sólo ahí la vendía la embotelladora “La Vencedora”, que también embotellaba productos de Coca-Cola. Como el nombre “La Vencedora” no era muy atractivo, el presidente de la empresa, Manuel Castrejón, le puso el nombre de su hija, Yolanda al refresco de limón.

Marinela

Una de las primeras marcas que fundó Grupo Bimbo, en este caso para vender pan dulce y distinguirlo de su pan de caja “normal”, fue Marinela, que desde 1955 ha comercializado productos como Chocotorro, Gansito, Pingüinos, galletas Príncipe, Chocorroles, etc. El nombre Marinela es el apodo con el que llaman a la hija del fundador de Bimbo, Lorenzo Servitje, María Elena. Tan famosa es la marca que hay bastantes niñas en México que se llaman no María Elena, sino Marinela tal cual.

Gamesa

Este nombre no tiene mucha curiosidad, es una palabra formada por el nombre de la empresa en 1948: Galletera Mexicana SA, que dio paso a Gamesa en 1978. Sin embargo lo curioso es que su logo no ha cambiado desde entonces: la misma letra estilizada G con forma de corazón, dibujada por el diseñador Arie Johannes Geurts Verstegen sigue siendo el logo de la empresa galletera más difundida en México.

Sanborns

En 1903 los hermanos Walter y Frank Sanborn, que venían del sur de California, abrieron la Sanborn American Pharmacy en la Ciudad de México.

Dentro de esta farmacia pusieron también la primera fuente de sodas del país. Al poco tiempo, se trasladaron al antiguo Jockey Club de la ciudad, la elegante Casa de los Azulejos y ahí ampliaron el negocio para incluir un restaurante, salón de té, fuente de sodas, tienda de regalos, farmacia y dulcería.

Sabritas

El mexicano Pedro Marcos Noriega​ fundó un negocio para vender papas fritas en bolsa por medio de bicicletas en la Ciudad de México de 1943. A este negocio le puso el nombre de Golosinas y Productos Selectos y a sus papas les puso el nombre de papas Sabritas, por la contracción de “sabrosas” y “fritas”. En 1966 el crecimiento era tal que la empresa fue vendida a Pepsico y desde entonces ocupan el 80 del mercado en México.

Lala

En 1949 en la región lagunera del estado de Coahuila en el norte de México, un grupo de ganaderos productores de leche se asociaron para comprar una pasteurizadora que les permitiera vender su leche pasteurizada por todo México. Esta unión se llamó Pasteurizadora Laguna y era tan famosa que la gente empezó a llamarla “La Laguna”. Al poco tiempo se perdió el “guna” y sólo quedó Lala como nombre de uno de los cinco grupos de lácteos más grandes del continente.

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