Nació en 1980, el año en que Lennon fue asesinado en Nueva York a los 40 años, la misma edad en la que Parisi alcanzó la fama. 

Primero fue fan de los Beatles, luego tuvo una banda tributo, más tarde descubrió su increíble parecido a John Lennon hasta que una gorra lo llevó a tocar en el mítico The Cavern de Liverpool y ser elegido por la media hermana del músico para ser el embajador de su biografía en español.

Javier Parisi es un músico argentino de 40 años que vive para homenajear a Lennon y con quien tiene una serie de sorprendentes coincidencias, además de su amor por la música, su estatura y su contextura física.

Nació en 1980, el año en que Lennon fue asesinado en Nueva York a los 40 años, la misma edad en la que Parisi alcanzó la fama. Su madre se llama Julia, al igual que la del exBeatle, pero le dicen Mimi, como la tía que crió al músico en Liverpool.

Parisi descubrió a los Beatles cuando tenía 8 años y escuchó el tema «A Hard Day’s Night» en la televisión. A partir de allí, le pidió a su madre tomar clases de inglés y de guitarra.

Pero recién a los 17 años, viendo un video musical de Lennon en la televisión, un amigo le hizo notar su asombroso parecido.

«Fue a los 17 años y tres años después comencé a formar mi banda tributo. El parecido físico obviamente está y después a medida que fue pasando el tiempo empecé a estudiar lo que tiene que ver con la personificación», dijo Parisi a Reuters en su casa de Lanús, un suburbio de Buenos Aires, vestido como Lennon.

En 2009, vino a Argentina Allan Williams, el primer manager de los Beatles, e invitó a su banda a tocar en la Semana Beatle de Liverpool. Sus años de preparación comenzaban a dar frutos.

«Como fanático y admirador, dije ‘ya está, ¿qué más me puede suceder?’ Y había algo que me estaba esperando 10 años después», contó el músico, que estudió el dialecto usado en Liverpool y la forma de cantar de Lennon, su Beatle favorito desde la infancia.

En 2018, compró una gorra de cuero con visera a Helen Anderson, una amiga del exBeatle que las diseña, quien le pidió que le enviara una foto y, al verla, quedó impactada por su parecido y lo recomendó para actuar en un musical en Liverpool.

En la ciudad, las personas se daban vuelta en la calle para mirarlo, lo invitaban a tomar el té para contarle anécdotas y lo abrazaban. Una vez fue caracterizado a Abbey Road y debió cruzar unas 700 veces por la cantidad de fotos que le pidieron.

«Es todo cariño y todo amor que le están dando a John y yo lo canalizo a través de la personificación (…) A veces me dicen: ‘¿Cuánto tiempo vas a hacer esto?’. Como si todo tuviera una fecha de vencimiento. Yo digo que mientras siga disfrutando y estando bien con lo que yo hago».

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