Hay una gran dependencia del agua de lluvia, un factor que no se controla y que en los últimos años ha sido versátil, diverso, errático y atípico.

Luis Andrés Cabrera Mauleón, profesor de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) , señaló que hay un retraso en la producción agrícola derivado de las sequías y lluvias atípicas registradas en este 2022.

Esta situación, alertó el académico, causará un bajo rendimiento de los cultivos, y es que afirmó que el exceso de lluvia fuera de temporal causa un estrés en los productos y la pérdida de un alto porcentaje.

Este panorama continuará en 2023. También se prevé que el alza de precios continué en productos alimenticios, pero sin que se tengan riesgos de pérdida de autonomía alimentaria.

Ante estas eventualidades, sugirió que los productores siembren nopales, agave y bambú para adaptarse a los fenómenos climáticos y tener mayores rendimientos.



Destacó que, ante el actual escenario económico que se vive, dentro de todas las actividades económicas, la agricultura, la ganadería y el sector primario, que se ha integrado como un sector agroalimentario, tiene un papel fundamental en toda la economía del país.

Precisó que en México más del 80% de la superficie agrícola sigue dependiendo del régimen pluvial, hay una gran dependencia de un factor que no se controla y que en los últimos años ha sido versátil, diverso, errático y atípico,.

Cabrera Mauleón, dijo que sí bien se presentan los números macro a nivel nacional de algunos indicadores y el impacto de la inflación, como ciudadanos no lo vemos claro hasta llegar al hogar en donde la ama de casa adquiere la materia prima por día o por semana, para la preparación de los alimentos para la familia y es ahí en donde se comienza a resentir el tema de la inflación, porque en el transcurso de un semana se elevan los precios de los alimentos en fresco, como es el caso del jitomate, aguacate, limón, papa y la cebolla por mencionar algunos y es ahí en donde se percibe cuando a la hora de desembolsar con el mismo dinero, ya alcanzó para menos productos una semana después.

Agregó que el sector agroalimentario es fundamental en este aspecto económico a nivel del consumo final, pero también a todo lo largo de la cadena productiva. En donde el enfoque de cadena implica desde la proveeduría de insumos, de materias primas y de servicios necesarios para la producción de alimentos y de ahí, todo un proceso que tiene que ver con la selección, empaque, procesos intermedios de comercialización, transformación agroindustrial, distribución a diferentes canales hasta llegar al consumidor final.

“Porque percibir el sector agroalimentario no es únicamente el campo, la parcela o el establo, sino toda esta cadena por la que pasan todos los alimentos o todo ese proceso de transformación cuando es a nivel industrial y hasta llegar al consumidor final”.

Indicó que en el caso contrario, cuando se presenta el periodo de sequía y se retrasa el periodo de lluvias, esto provoca de manera importante una reducción en el periodo de vida de los vegetales, se comienzan a marchitar los vegetales silvestres, se secan y mueren, aceleran sus procesos reproductivos con tal de perpetuar biológicamente la especie, pero no hay un desarrollo armónico, normal porque no hay la cantidad de agua que provea de este ciclo vital para las plantas y en el caso de los cultivos, lo resienten aún más porque dependen de la intervención humana, dependen del manejo que el agricultor les dé para poder desarrollarse.

Manifestó que hay formas de compensar o soportar estas características que le van dando límite a la producción agrícola, como es la diversidad biológica, la diversidad de cultivos de especies locales, nativas que se tienen y que se están presentando cada vez más como un gran potencial de desarrollo de alimentos, de producción, de desarrollo de comunidades, de generación de empleos, de la generación de ingresos y que pueden estar adaptadas a este tipo de condiciones –sequías, faltas de lluvia o demasiada agua-.

Asimismo, dijo que en el caso de las aves y el ganado, el incremento en los precios de la carne de pollo, de carne de res o el huevo, se debe al uso de insumos que incluye todos esos elementos que contribuyen a la producción de estos animales –ganado y aves-, requieren de insumos con alto valor agregado que impactan en los costos de producción y que si no se recuperan en el precio, la industria estaría en una crisis y colapso económico.

Por último, subrayó que los estudiantes de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la UPAEP están siendo preparados y formados para enfrentar estos retos, cuentan con las herramientas, competencias, habilidades y conocimientos necesarios para atender y orientar a los productores del campo en este tipo de retos y circunstancias.

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