Alfonso Esparza Ortiz afirmó que ambas intervenciones se realizarán apegadas a las reglamentaciones que existen en materia de bienes protegidos.

El Máximo Órgano de Gobierno de la BUAP aprobó la primera etapa de intervención del proyecto integral Ecocampus Valsequillo y de la primera etapa de intervención del uso del Edificio Carolino, luego del dictamen de las comisiones estatutarias de Presupuesto, Patrimonio, Supervisión Administrativa, Planeación, Obras y Crecimeinto Físico, sobre esta propuesta del Rector Alfonso Esparza, expuesta por el director de Infraestructura Educativa, Jorge Rodríguez y Morgado.

En el caso del Ecocampus Valsequillo se trata de intervenir una extensión de 16.4 hectáreas (del total de 112 hectáreas) para crear el Ecoparque BUAP, un área de esparcimiento para la comunidad universitaria y sus familias; y en cuanto al uso del Edificio Carolino se plantea la adecuación del primer patio, prácticamente sin modificación, como espacio cultural, así como del cuarto patio para cubrirlo con crujías de una o dos columnas.

Al respecto, el Rector Alfonso Esparza Ortiz afirmó que ambas intervenciones se realizarán apegadas a las reglamentaciones que existen en materia de bienes protegidos, como el humedal de Valsequillo, una importante zona paleontológica, e históricos, como lo es el Edificio Carolino. Además, abrió las puertas de la participación a académicos e investigadores que deseen enriquecer el proyecto.

En el Ecocampus, dijo, “tengan la certeza de que la primera etapa se conectará al proyecto integral; buscamos generar sustentabilidad, respeto al medio ambiente y tener un alto grado de responsabilidad en la creación de este centro recreativo para los universitarios y sus familias”.

Con relación al Edificio Carolino: “Quiero acotar que no es algo nuevo o una ocurrencia; es el resultado de un proceso que se viene desarrollando desde 2019. El Consejo Universitario aprobó la creación del Barrio Universitario y se creó la Dirección de Patrimonio Histórico Universitario, justamente para contar con una dependencia exclusivamente para la custodia y conservación de la riqueza histórica de la Universidad”.

Con la propuesta de nombrarlo Centro Universitario de la Cultura y el Saber, recordó que el proyecto para el Edificio Carolino se ha venido trabajando desde hace algunos años, por lo que hoy “todos los inmuebles que están vacíos tienen ya una propuesta para integrarse al Barrio Universitario y darle vida al Centro Histórico con una oferta cultural y de esparcimiento. Por ello, en el primer patio del Carolino se busca albergar galerías, salas multimedia, y una adición: la propuesta de un espejo de agua para embellecer el espacio”.

Al exponer al pleno del Consejo Universitario ambas intervenciones, Jorge Rodríguez y Morgado aclaró que el Instituto Nacional de Antropología e Historia permite la rehabilitación de inmuebles históricos para darle vida a espacios perdido o que pueden perderse, como en el caso del Carolino cuyas dependencias que albergaban han migrado a la Torre de Gestión Académica y Servicios Administrativos, en Ciudad Universitaria; de aquí el sentido del proyecto: darle vida, que los universitarios y poblanos visiten este edificio, símbolo de la educación pública en el estado, cuyo rescate estará apegado a la normativa.

La primera etapa del Ecocampus (un terreno total de 112 hectáreas) abarca 16.4 hectáreas, para alojar un estacionamiento con 42 cajones, dos vialidades rústicas de servicio, dos puentes peatonales, ciclovía de montaña, zona de rapel, un jardín botánico, mirador, laberinto, paradero de autobús, área de esparcimiento, un lago artificial y bebederos de agua potable, entre otros sitios, para generar un centro de esparcimiento: el Ecoparque BUAP, cuya construcción no llevaría más de tres meses.

En cuanto a la primera etapa de intervención del uso del Edificio Carolino, que abarca el primer y cuarto patio, aclaró que prácticamente no hay modificación, sólo una adición: un espejo de agua, para lo cual se dejaría la fuente existente, se colocaría una cubierta y se rodearía con una placa sobre el piso que se mantiene. Se trata de un contenedor de agua, de 303 metros cuadrados y un volumen de 130 metros cúbicos.

Tras precisar que esta intervención será consensuada con el INAH, informó que el primer patio albergaría una cafetería, área administrativa, tienda y galerías, mientras que el actual Salón de Proyecciones se mantendría. Lo único que sí se construiría serían módulos de baños para hombres y mujeres. El cuarto patio se pretende cubrirlo con crujías de una o dos columnas.

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