El Banco de México pudiera endurecer su postura monetaria de tener lugar un detrimento en el balance de riesgos para la inflación, reconoció Grupo Financiero Ve por Más.
El Banco de México (Banxico) dará a conocer el próximo jueves su primer anuncio de política monetaria del año y analistas del mercado no prevén cambios en la tasa de interés de referencia, por lo que estiman que se quedará en 8.25 por ciento, debido a los signos de desaceleración en la economía nacional, el comportamiento de la inflación y que recientemente la Reserva Federal de Estados Unidos no haya movido sus tipos de interés.
Esta reunión será la primera en la que participen Jonathan Heath y Gerardo Esquivel, tras su ratificación en el Congreso el pasado 23 de enero, por lo que será muy relevante, además del anuncio, la minuta de la reunión, dado que ambos fueron propuestos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El área de análisis de Grupo Financiero Ve por Más indicó que, tras el reporte de inflación de la primera quincena de enero, de 4.52 por ciento a tasa anual, inferior al 4.67 estimado por el consenso de analistas del mercado, su escenario base es que el índice de precios descenderá lentamente en 2019, apenas por debajo de 4 por ciento, y eso genera condiciones para que el Banxico no haga cambios en su tasa de interés referencial.
En tanto, analistas de Grupo Financiero Banorte prevén que el banco central reiterará su postura de prudencia, enfocado en los riesgos para la inflación y sus expectativas, pero, a pesar de esto, estiman que mostrará un tono menos duro.
Esto debido a la reciente desaceleración de la actividad económica; sorpresas a la baja en la inflación, en particular en la primera quincena de enero; una Reserva Federal más suave en su discurso; y la fortaleza del peso mexicano desde la última decisión de política monetaria.
No obstante, Ve por Más reconoció que si bien su escenario base considera que la tasa de interés se mantendrá en 8.25 por ciento a lo largo del año, no descarta que el Banxico pudiera endurecer su postura monetaria de tener lugar un detrimento en el balance de riesgos para la inflación.