Al final del primer tiempo, los árabes no habían tirado ni una sola vez a la puerta del Campeón de América.
Parecía que la lógica futbolística se impondría, cuando Lionel Messi anotó de penal el primer gol de Argentina a los nueve minutos de juego, sobre todo porque después la albiceleste mandó tres veces el balón al fondo de la portería de Arabia Saudita, aunque en las mismas ocasiones los tantos fueron anulados por fuera de juego.
Una vez Messi y dos ocasiones Lautaro Martínez festejaron en vano, porque después de que las jugadas fueron revisadas por un estricto VAR, las anotaciones no llegaron al marcador.
Al final del primer tiempo, los árabes no habían tirado ni una sola vez a la puerta del Campeón de América; sin embargo, prácticamente después de reiniciar el encuentro, Saleh Alshehri se quitó la marca de Cristian Romero y mandó disparo cruzado para vencer al guardameta Emiliano Martínez.
Eso no fue todo, tan solo cinco minutos más tarde, Salem Aldawsari disparó de pierna derecha, Martínez se lanzó, estiró el brazo y la mano alcanzó a rozar el balón, pero no detuvo su trayecto hacia las redes; 2-1, la locura entre los verdes.
Los gauchos buscaron el empate, Nicolás Tagliafico estuvo cerca; Leo tuvo un tiro libre, pero la mandó lejos del arco; la defensa de Arabia se defendió con todo.
Incluso, en una de las últimas jugadas, el portero asiático Alowis salió a despejar el esférico y le pegó con la rodilla a uno de sus compañeros en los últimos minutos; no hubo más.