«Volveré y ganaré esto algún día. Lo siento», prometió Frances Tiafoe, el primer semifinalista estadounidense en Flushing Meadows desde 2006

En otra batalla hasta la medianoche, el español Carlos Alcaraz venció este viernes al estadounidense Frances Tiafoe y clasificó a la final del Abierto de Estados Unidos, su primera de Grand Slam, en la que también competirá por el número uno del tenis masculino.

Alcaraz, actual número cuatro del ranking mundial, necesitó llegar al quinto set para tumbar a Tiafoe (26º) por 6-7 (6/8), 6-3, 6-1, 6-7 (5/7) y 6-3 en la pista central de Flushing Meadows (Nueva York).

El prodigio español, de 19 años, enfrentará el domingo al noruego Casper Ruud en una final con un doble premio para el ganador: su primer título de Grand Slam y el número uno de la ATP.



Si Alcaraz resulta vencedor del pulso ante Ruud, séptimo del ranking y finalista de Roland Garros, se convertirá en el líder de la ATP más joven de la historia, tomando el relevo del actual número uno, Daniil Medvedev.

«Es increíble luchar por grandes cosas. Estoy por primera vez en una final de Grand Slam, puedo ver el número uno pero a la vez está muy lejos», dijo un emocionado Alcaraz al final del choque.

«Me falta una (victoria) contra un rival que juega increíble«, afirmó. «Tendré que manejar los nervios de estar en la final de un Grand Slam pero obviamente estoy muy contento».

Por el momento ya es el finalista más joven del US Open de los últimos 32 años, desde que Pete Sampras alzó trofeo en 1990 también con 19 años, y lo disfrutó a lo grande en la mayor pista del mundo (23.800 asientos).

Michelle Obama apoya a Tiafoe

Alcaraz, que cedió el primer set y una pelota de partido en el cuarto, salió airoso de su tercera maratón nocturna esta semana y vengó la derrota que asestó Tiafoe a su ídolo Rafael Nadal en octavos de final.

En el set final, y ante un rival de gran potencia física, Alcaraz no se resintió de las casi cuatro horas de partido del lunes ante Marin Cilic y las más de cinco del miércoles frente a Jannik Sinner (5:15), este último hasta los 02H50 de la madrugada, hora récord en la historia del US Open.

La ex primera dama Michelle Obama, además de muchas otras personalidades, acudió a Flushing Meadows a apoyar a Tiafoe, que dio la cara hasta el final en la pista Arthur Ashe, el anterior tenista negro en jugar una semifinal en Nueva York en 1972.

La inesperada aparición de Tiafoe, que solo tiene un lejano trofeo (Delray Beach en 2018), no solo reactivó al decaído tenis masculino estadounidense sino que resultó una gran inspiración para los tenistas afroestadounidenses en el mismo torneo en que se despidió Serena Williams.

«Volveré y ganaré esto algún día. Lo siento», prometió el primer semifinalista estadounidense en Flushing Meadows desde 2006.

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