A comparación de su antecesor, el actual gobernador no convirtió en ‘pasarela política’ el día del informe, se mostró más sobrio, y nada excéntrico.


A 11 meses de asumir el gobierno del Estado de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez rindió su primer informe de actividades con el espaldarazo de la dirigencia nacional de su partido el Revolucionario Institucional (PRI) y la cúpula priista en el estado.

A la cita asistieron titulares de las dependencias locales y organismos autónomos, los dirigentes de partidos políticos y hasta el exgobernador Héctor Ortiz Ortiz, quien desde hace seis años mantiene desavenencias con el exgobernador Mariano González Zarur, tutor político del actual mandatario estatal.

Para poder asistir al “primer día del gobernador” de Marco Mena, los integrantes de la fracción priísta del Congreso local apuraron la agenda de la sesión ordinaria. Dieron las 10 de la mañana y ellos, los diputados, como nunca antes se había visto, estaban iniciando con la plenaria, lo que hace un informe. Los diputados Mariano González Aguirre, Martín Rivera Barrios, Arnulfo Arévalo Lara, Ignacio Ramírez Sánchez y Enrique Padilla Sánchez llegaron ataviados en traje negro, camisa blanca y corbata roja, acompañados por los diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y la diputada independiente Yazmín del Razo Pérez.

A diferencia de los últimos informes de los gobiernos priistas en Tlaxcala, las calles de acceso al Centro de Convenciones se mantuvieron vacías, no fueron sitiadas por policías estatales y tampoco hubo camiones antimotines. Al interior, la seguridad fue mesurada y el acceso menos estricto que al cierre de la administración pasada.

A las 11 de la mañana empezaron a llegar al Centro de Convenciones los funcionarios públicos. El delegado de Sagarpa y el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Manuel Cid del Prado, fueron los primeros en arribar y conceder entrevistas a medios de comunicación.

En esta ocasión los helicópteros empezaron a aterrizar, alrededor de las 11:30 horas arribó el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza. Pocos minutos después de su llegada vocean la primera llamada.
Algunos los llaman el “beneficio de la duda”. Es el primer informe de gobierno y el priísmo en el estado tiene de frente la elección de 2018. “El beneficio de la duda”, comentan maestros de la sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el primer año de ejercicio legal de Marco Antonio Mena.

Ellos arribaron cerca de las 12:00 del día. Llegaron al recinto ferial en grupo, hicieron dos filas y entraron ordenadamente al Centro donde ya se encontraba el líder del Partido Nueva Alianza (Panal), Luis Castro Obregón, quien dijo en entrevista con medios de comunicación que el partido irá solo en la contienda electoral de 2018; también están los líderes sindicales en Tlaxcala: las secciones 51 y 31 del SNTE, directores generales del CECyTE y COBAT y la dirigencia local del PANAL, además del diputado J. Carmen Corona Pérez.

Elegantemente vestidos, los invitados siguen ingresando al Centro de Convenciones, muchos de ellos hacían una pausa para entrar, con la intención de observar a los invitados “súper” especiales como ocurría en años anteriores con Mariano González, tal vez esperaban ver a un Diego Fernández de Cevallos, o a Carlos Romero Deschamps, y decir que son los del video que circula en redes sociales donde les increpan el haber comido bien y caro como no lo hacen 50 millones de mexicanos.

Después, el ruido de las hélices de otro helicóptero llama la atención de la gente. Aterriza y baja el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo acompañado por el Secretario de Educación Pública, Manuel Camacho Higareda. Saludan a la militancia priista ahora convertida en burocracia desde la valla que divide los accesos al Centro de Convenciones, saludan mientras el jefe de ceremonias da la tercera llamada en un micrófono que se escucha lejano.

A las 12:20 entra al Centro de Convenciones el gobernador del Estado. En primera fila están los ex gobernadores Tulio Hernández Gómez, Beatriz Paredes Rangel, Samuel Quiroz de la Vega y Héctor Ortiz Ortiz. Al frente, junto al gobernador del Estado, se sienta Enrique Ochoa Reza, Alfredo del Mazo, la Secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda en representación del presidente Enrique Peña Nieto, y el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino.

En el arranque del informe el gobernador del Estado hace cinco veces mención del presidente Enrique Peña Nieto y tres menciones de Enrique Ochoa Reza. Evita mencionar a la administración pasada, esa de la que tanto trabajo le constó diferenciarse y que ahora se concreta a pesar de las esporádicas fotos de Mariano González Zarur, con casco de constructor y chaleco naranja, en los primeros trabajos de las empresas transnacionales que se asentaron en Tlaxcala.

No llegaron gobernadores estatales, solo representantes de los gobiernos de Puebla, Coahuila y Zacatecas. También se encuentran los titulares de los poderes locales, el priista Arnulfo Arévalo Lara y la presidenta del tribunal Superior de Justicia, Elsa Cordero Martínez y el líder del PRI local Florentino Domínguez Ordoñez.

Más atrás, la presidenta del IAIP, Marlene Alonso Meneses con los comisionados dispersos. Magistrados, pocos presidentes municipales. Anabel Ávalos Zempoalteca e integrantes del gabinete local como Alberto Jonguitud Falcón, Manuel Camacho Higareda, Anabel Alvarado Varela, entre otros.

Alrededor de las 12:40 horas, aplausos efusivos para Ochoa Reza durante la presentación y para el presidente ausente Enrique Peña Nieto. Y más aplausos para el gobernador del Estado que anuncia 10 nuevos proyectos para 2018, entre ellos infraestructura carretera, créditos para empresarios, un fondo de becas para alumnos de preparatoria, la modernización del estadio Tlahuicole, rescate del río Zahuapan y la celebración de los 500 años de Tlaxcala.

En el informe de gobierno, Marco Antonio Mena Rodríguez traza las líneas de la agenda política: educación, salud y empleo; suma la seguridad y de refilón le da al discurso un toque de género, pero tibio.

El final del “día del gobernador” se registró después de las 14:00 horas, la prensa se concentra en Enrique Ochoa Reza que no desaprovecha la oportunidad de pegarle a Andrés Manuel López Obrador desde Tlaxcala.

El gobernador sale por la parte trasera del recinto mientras la afluencia de personalidades, burócratas y políticos, abandonan el recinto con calma, en silencio, con esporádicos abrazos y felicitaciones por allá y el enérgico sol en el cenit.

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