Alexis Sánchez Cabanzo fue visto por última vez el 2 de diciembre de 2021 en la Escuela Primaria Agustín Melgar, ubicada en Izhuapa, comunidad del municipio de Zoquitlán, Puebla, de la que es originario. Desde ese momento, sus familiares no han tenido acceso a un proceso de investigación digno que pueda garantizar verdad y justicia en su desaparición.

Su caso se inscribe en el décimo estado con mayor número de menores de edad desaparecidos a nivel nacional, con casi 695 casos desde el año 2000, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Además, en Puebla hay un total de 5,552 denuncias de infantes y adolescentes desaparecidos entre 2007 y febrero de 2023, de los cuales 508 permanecen sin ser localizados.

“Nos parece importante remarcar la situación de vulnerabilidad de Alexis, ya que es un niño de tres años perteneciente a una comunidad indígena, y que, para el momento de su desaparición hablaba mayoritariamente náhuatl”. Así lo describió Alexia Martínez Montalban, responsable del Observatorio de Desaparición de Personas del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) de la IBERO Puebla, y que analiza el panorama de riesgo para el menor.

Los familiares de Alexis y las organizaciones que acompañan su búsqueda denunciaron en la Universidad Jesuita que existen irregularidades y omisiones por parte de las autoridadesDaniela Jiménez Cortés, responsable de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Clínica Jurídica Minerva Calderón, remarcó que se ha revictimizado a la familia del menor en diversas ocasiones, sobre todo con la culpabilización injustificada a los padres, y la aplicación de entrevistas ambiguas a sus hermanos, también menores de edad.

Sumado a esto, existe una ausencia de enfoques diferenciados para la búsqueda e investigación del caso, donde no se atienden sus necesidades y particularidades. Un ejemplo claro fue la tardía emisión de la Alerta Amber, que se difundió 54 días después de la desaparición, y el boletín de búsqueda no fue emitido inmediatamente en náhuatl de la sierra Negra Norte.

Así, la falta de líneas concretas de investigación, la ausencia de avances en el caso y la inaplicación de medidas urgentes que atiendan las condiciones de vulnerabilidad de Alexis han nublado el camino de regreso a casa para el menor, vulnerando su derecho a la vida.

Por lo anterior, Roberto Rosete Guzmán, responsable de Orientación Jurídica y Psicosocial del IDHIE, identificó que existe una responsabilidad por omisión en el caso —que es cuando las autoridades interfieren sin tener que hacerlo y solo perjudican la investigación— y una omisión general al no actuar con prontitud y vulnerar a una familia que solo busca reencontrarse con su hijo.

“Todo esto refleja la falta de capacidad de las instituciones para adecuar su infraestructura, capacidades y personal a búsquedas que efectivamente logren la localización de personas desaparecidas y en especial niñez, o infancia desaparecida”, comentó el experto.

Estas demandas se reúnen en la voz de Refugia Cabanzo Montalvo, madre de Alexis e integrante del colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla, que clama la actuación de las autoridades para encontrar a su hijo: “Necesito encontrarlo sano y salvo como sea”.

Refugia no retirará sus exigencias hasta encontrar a Alexis, pues les es impensable seguir sin su hijo. “Quién sabe qué piensa la gente, pero nosotros no vamos a descansar hasta encontrarlo, porque es la obligación de la Fiscalía buscar al niño y tienen que hacer su trabajo. Nosotros no vamos a parar la búsqueda, porque para mí es imposible no encontrar a mi hijo”, sentenció.

Los presentes hicieron un enérgico llamado a las autoridades, en especial a la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas y a la Comisión de Búsqueda de Personas, para que se formulen nuevos planes de búsqueda que sean realistas, y que garanticen el acceso de las víctimas directas e indirectas a la verdad, justicia e integridad en la búsqueda de Alexis Sánchez Cabanzo. 

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