En centro histórico de la capital del estado está resguardado por puntos sagrados, símbolos y rituales como la Capilla Real de los Indios


Es una de las capillas para la envangelización más antiguas de México y forma parte de un cuadro donde convergen todos los símbolos y rituales para la formación de una nueva cultura. Es el origen de la Nación, dice el cronista del municipio de Tlaxcala, Cesáreo Teroba Lara.

La Capilla Real de Indios está ubicada a un costado del zócalo de la capital. Es ahora la vieja sede del Tribunal Superior de Justicia del Estado y llegar ahí o pasar caminando junto al Escudo de Castilla que data de 1543 lo haremos con devoción histórica y cultural, dice el antropólogo Juan Carlos Ramos Mora, durante la presentación del libro «Historia de la Capilla Real de Indios en Tlaxcala: siglos XVI a XVII» de Citlalli Xochitemo García.

No es azar ni casualidad, pero el centro histórico de Tlaxcala se mantiene protegido de puntos sagrados en el norte y sur, con su puentes de piedra y lozas entre la ley real, la ley del estado y la ley divina.

El Mesón de Cortés, el convento de San Francisco, la picota que ahora ha sido cubierta por el rebocado de un Oxxo y el ayuntamiento de Tlaxcala, son los símbolos arquitectónicos que configuraron la identidad tlaxcalteca, señalan los especialistas.

¿Qué fuimos? «Una nación democrática y autónoma»; ¿Y durante la conquista? «no fuimos un pueblo conquistado sino conquistador, no fuimos un pueblo evangelizado sino evangelizador», señala Cesáreo Teroba Lara.

El libro consta de seis relatos sobre la Capilla Real de Indios. El edificio ha sido modificado para otros usos durante décadas, pero en lo más profundo de sus muros están las manos de indígenas tlaxcaltecas del siglo XVI; el patio era la nave de oficios; atrás estaba el coro; enfrente, el altar y, a los lados, las clarabollas ubicadas para que el sol ilumine durante el curso del día los fríos confesionarios, nichos y bóvedas que ahora son salas de exposición.

«De ahora en adelante no podemos andarnos así no más por las calles de la ciudad; como en todas las ciudades, esta capilla y los demás edificios contribuyeron a la conceptualización de la Tlaxcala virreynal y de lo que ahora somos, mestizos con herencia Tlatoani», dice el antropólogo cultural.

A la presentación del libro acudieron los integrantes del TSJE, académicos de la Universidad Autónoma de Tlaxcala y de la Universidad Iberoamericana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *