La aplicación de pruebas rápidas de Covid – 19 a los asistentes es el requisito que ha frenado los eventos.

A tres semanas de que el Gobierno Estatal autorizó los eventos sociales con un máximo de 100 asistentes, en la capital poblana todavía no se reactiva el sector porque resulta complicado cumplir con los protocolos de sanidad, dijo el presidente de la Asociación de Salones Unidos, Víctor Picazo Pérez.

En entrevista con Urbano, declaró que el principal inconveniente es la aplicación de la prueba del hisopo para garantizar que los asistentes no estén contagiados de Covid – 19, ya que eleva los costos de operación.

«Hemos estado buscando y la más económica que hemos encontrado está en 150 pesos por cada prueba covid, si el decreto nos indica que son máximo 100 personas, entonces son 15 mil pesos, eso es lo que tendríamos que desembolsar y hemos llegado a la conclusión de que sería con la ayuda del cliente».

Picazo Pérez dijo que aunque ya había algunas reservaciones, hay clientes que no están de acuerdo en pagar más para que su evento se apegue a los lineamientos del gobierno estatal, pero, sobre todo, hay quienes prefieren esperar a que las condiciones de salud pública mejoren.

«Muchos clientes se preocupan más por el tema de salud, por proteger a sus seres queridos, entonces nos han dicho que se respete el apartado pero van a esperar a que bajen los contagios».

Finalmente, señaló que al gremio le llevará al menos un año alcanzar la reactivación económica, sin perder de vista que por la pandemia casi 600 de los 1,200 que eran ya tuvieron que cambiar de giro a restaurante para subsistir.

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