La capacitación de los aspirantes seleccionados tiene una duración de más de ocho meses, por lo que concluye el 31 de diciembre de este año.
El programa del Cuerpo de Seguridad Ciudadana (CSC) impulsado por el gobierno de Luis Banck Serrato, entrará en funciones con la nueva administración municipal, debido a que la capacitación de los aspirantes seleccionados a guardias ciudadanos concluirá hasta el 31 de diciembre de este año.
De acuerdo a la convocatoria emitida por la Secretaría de Gobernación Municipal (SEGOM) – revisada por URBANO Puebla – la etapa de Capacitación y Adiestramiento que está a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) tiene una duración de más de ocho meses, la cual arrancó el pasado 14 de mayo y concluye el último día de este año, por lo que el programa de guardias ciudadanos se hará realidad a partir de 2019.
Cabe mencionar que, al cierre de la convocatoria de los ciudadanos interesantes 175 personas se registraron, de los cuales se seleccionó a los 100 con mejores puntajes en los exámenes físicos, psicológicos, médicos y toxicológicos, que se les practico.
En el documento se establece que los aspirantes seleccionados recibirán una beca mensual por el tiempo que dure la capacitación, sin que se precisa el monto. Este pago se hará siempre y cuando el aspirante firmen una carta compromiso para garantizar que se dedicarán únicamente al programa, mantengan un promedio mínimo de 8 y acrediten cada uno de los módulos del adiestramiento.
El programa de guardias ciudadanos debió arrancar en enero pasado, pues fue en noviembre de 2017 cuando se avaló el programa tanto en comisiones como en Cabildo. En ese entonces se dio a conocer que los 100 guardias de la capital poblana no podrán utilizar armas de fuego, ya que su función será administrativa, además que tendrán un salario de 8 mil pesos mensuales.
La idea fue planteada por Manuel Alonos, titular de la SSPTM para tratar de abatir el déficit de policías que registra el municipio, al reconocer que más de una centena de uniformados acreditados para el uso de armamentos hacen labores de vigilancia en museos o edificios públicos. Los guardias ciudadanos ocuparían esos lugares para que los otros trabajen en las calles.