Los actos y las decisiones de cada uno son “los que forman los futuros y los destinos” de cada uno, dice Juana Molina de Tizatlán.
Velas con santos; bolsas de lentejas bendecidas; amuletos de semillas de pinos de algún bosque de Tlaxcala; granos dorados y plateados; menjunjes de manzanilla, yerbabuena, menta y tréboles de cuatro hojas para año nuevo, son los amuletos que se venden este sábado en el mercado de Tlaxcala en la víspera de año nuevo.
Cuatro puestos de amuletos, talismanes y menjurjes para el amor, las malas vibras, el dinero y el trabajo forman un pasillo en el mercado Emilio Sánchez Piedras, ubicado en la capital del estado.
En “La Milagrosa” la señora Juana Molina de Tizatlán describe paso a paso los rituales de fin de año. “Esta bolsa (de granos de arroz, frijol, lentejas y garbanzo) la tiras a la familia para la abundancia, el dinero, el amor, la buena suerte que tengan todos en el año que viene”.
Las velas blancas son para purificar los malos ratos que vivieron en 2017 y renovar la “suerte” para 2018. Hay amuletos formados de granos y semillas de pinos, plantas y huesos (imitación) de lobo, dice doña Juana.
Día de muertos y cuaresma son las temporadas en las que más se vende en estos puestos de las suertes. Aunque este fin de año no han dejado de venderse los amuletos, las velas benditas y las yerbas secas, durante el año los “servicios” para el mal de ojo, el desamor y la “mala suerte” son los más solicitados.
Los granos absorben la mala vibra, los dientes de lobo y los ojos de venado colgados en el pecho repelen el mal de ojo; las pulseras de color rojo con granos cafés son para la buena suerte y ciertas velas encendidas a cierta hora y con una oración a los santos sirven para el mal de amores o para atraer el amor.
La buena suerte encapsulada en minerales, granos, yerbas y objetos extraños cuestan de 50 a 300 pesos. Juana Molina dice que es necesario creer en los “poderes” para que tengan efecto; sin embargo deja entrever que la suerte quizás no existe, sino que son los actos y las decisiones “los que forman los futuros y los destinos” de cada uno.