Señala que la Navidad es una oportunidad para vivir la experiencia de darse a los demás.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, pidió que este año, la Navidad se traduzca en una oportunidad para que las familias estén juntas y para que los fieles católicos vivan la experiencia de “dar y darse a los demás”. Recordó que la temporada navideña recuerda el misterio de un bebé que no nació por voluntad humana y cuya finalidad fue lograr que los seres humanos experimentaran el amor y la gracia celestial.
En la víspera de la nochebuena, subrayó que las semanas de adviento han sido un periodo de preparación, mediante obras buenas, para recordar con alegría el nacimiento de aquel que 33 años después, sería sacrificado por la humanidad.
Por ello, llamó a que la cena de Nochebuena no sólo sea vista como un tiempo de festejo, de comida, de brindis o de regalos. Agregó que “hoy más que nunca, el mundo necesita dejarse sorprender por la ternura, la bondad y la misericordia de un Dios que se hace hombre para el mundo”.
Consideró que para ello, los fieles católicos necesitan tener un corazón atento y receptivo, pero humilde para “confiar en la palabra de Dios y contemplar su gloria con mirada sencilla”.