Con partidos de suspensión y multas económicas, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) castigó a los jugadores de los Diablos Rojos del México y de los Pericos de Puebla por su conducta antideportiva del tercer juego de la serie en el Estadio Hermanos Serdán, en Puebla.

La decisión fue tomada por la LMB con base «base en el reglamento, los videos del juego y en apego el reporte de los ompayers».

La bronca ocurrió el pasado sábado 13 de abril, en la novena entrada, cuando el tercera base de los poblanos, Drew Stankiewicz, se acercó al dugout de los Diablos para responder a los gritos que el pitcher Ronnie Williams lanzó hacia el antesalista.

Al acercarse, los peloteros escarlatas salieron de su caseta y fue ahí cuando se empezó a dar un intercambio de gritos y empujones; hubo también algunos intercambios de golpes que provocaron suspensiones para Williams y Steven Moyers, de los Diablos, y el manager Sergio Omar Gastelum, Raudy Read y Peter O’Brien, de los Pericos.

Quien recibió el mayor castigo fue Williams, con ocho juegos de suspensión y una multa económica. Además, a Steven Moyers se le suspendió dos juegos y se le aplicó una multa económica, mientras que a Jake Sánchez, por mostrar una conducta agresiva, se le advirtió que en caso de reincidir será sujeto de una sanción.

Por lado de los Pericos, el manager Sergio Omar Gastélum fue suspendido un juego y se le aplicó una multa económica; el catcher Raudy Read fue castigado dos juegos con una multa económica; y el jardinero Peter O’Brien tampoco podrá jugar dos encuentros y deberá pagar una multa. Al lanzador Gabriel Ynoa se le apercibió luego de mostrar una actitud burlona provocativa contra los rivales, por lo que en caso de reincidir será sujeto de una sanción.

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