Es una tradición de agradecimiento por el año que se va y la espera de que el año que viene sea mejor. Es el momento de cerrar los compromisos frente a una de las vírgenes más visitadas del estado.


Este día cientos de personas arribaron a la basílica de Ocotlán para dar gracias y pedir por el año nuevo. Aunque la fiesta de la virgen de esta comunidad del municipio de Tlaxcala se celebra la tercera semana de marzo, todos los 31 de diciembre y 1 de enero se celebran misas y se festeja el año nuevo en este centro religioso.

Aunque no hay registro del inicio de la tradición, los pobladores preparan mole y celebran como si se tratara de la aparición de la Virgen María al indígena Juan Diego Bernardino en el año de 1541, con festividades que se llevan a cabo el mes de marzo.

Los tapetes de aserrín y las flores de marzo se sustituyen por procesiones, puestos de comida rápida y una pequeña feria que recibe a los visitantes.

La transición de año se celebra en esta localidad con cohetes, bailes y la misa de las 12 de la noche para que, durante el 1 de enero, los visitantes arriben a esta localidad para dar gracias.

Modesta Macías Pérez, dueña de una de las casas más antiguas de la comunidad, refiere que ellos heredaron de sus padres la tradición en 1955, con la costumbre de abrir los portones de sus casas para ofrecer mole a los visitantes.

Es una tradición de agradecimiento por el año que se va y la espera de que sea mejor el año que viene; es, además, el momento de cerrar los compromisos frente a una de las vírgenes más visitadas del estado, refiere Modesta Macías.

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