Los cubrebocas tiene una vida máxima de tres horas pero tardan años en degradarse, de echo puede durar más de un siglo en el ambiente, y con ello traer problemas secundarios.


Tras el uso de cubrebocas, guantes, entre otros protectores por la pandemia de COVID-19, ciudadanos desechan dicho material en plena vía pública, pese al riesgo de salud que esto implica y provocando un nuevo un problema ambiental.

La basura fue encontrada durante un recorrido por vialidades como Bulevar 5 de Mayo, la zona del IMSS San José y Los Fuertes, además de otras vialidades como López Mateo, Periférico y Pablo Neruda.

Este desecho irresponsable podría llevar a problemas mayores al ser tirados en la vía pública, sobre todo generar contagios de COVID-19, si alguno de sus usuarios esta infectado, pues el bicho puede sobrevivir hasta una semana en una mascarilla quirúrgica.

Los cubrebocas tiene una vida máxima de tres horas pero tardan años en degradarse, de echo puede durar más de un siglo en el ambiente, y con ello traer problemas secundarios.

El virus puede mantener su poder infeccioso por horas e incluso días, dependiendo del material en el que se encuentre, según los resultados de la investigación que realizaron el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de Princeton. Saltar las recomendaciones

Para evaluar la supervivencia del SARS-CoV-2 en las secreciones de la tos y los estornudos, los autores del estudio recrearon en sus laboratorios las gotitas de estas sustancias que expulsa una persona infectada.

El experimento mostró que un porcentaje reducido del virus puede mantenerse activo en las secreciones hasta por tres horas. Y cada vez que alguien tose, puede producir hasta 3.000 gotitas de secreciones, según un estudio de 2009 de la OMS.

Los científicos también midieron la resistencia del SARS-CoV-2 en materiales como el acero inoxidable, el plástico, el cartón y el cobre. En el acero inoxidable y el plástico un porcentaje del virus sobrevivió y conservó su capacidad infecciosa hasta por tres días.

Estos hallazgos sugieren que el virus podría permanecer esta cantidad de tiempo en manijas de puertas, encimeras (o poyos) plastificadas o laminadas y otras superficies duras.

(CON INFORMACIÓN DE BBC)

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