La misión, que tiene como objetivo el asteroide Dimorphos, pretende comprobar un impacto cinético ayuda a desviar un asteroide que amenace a la Tierra

La nave espacial de la misión DART, o Prueba de Redirección de Asteroides Dobles, de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), se estrellará deliberadamente contra un asteroide llamado Dimorphos este lunes 26 de septiembre, en lo que será el primer ensayo en la historia de lo que podríamos llamar «defensa interplanetaria«.

La misión pretende comprobar si este tipo de impacto cinético puede ayudar a desviar un asteroide que suponga una amenaza para la Tierra.

«Desviaremos un asteroide«, dijo Tom Statler, científico del programa de la NASA para la misión DART. «Cambiaremos el movimiento de un cuerpo celeste natural en el espacio. La humanidad nunca ha hecho eso antes»

La nave tiene el tamaño de un autobús escolar. Ha viajado para alcanzar su objetivo de asteroide desde su lanzamiento en noviembre de 2021 y llegará al sistema de asteroides este 26 de septiembre para chocar a las 19:14 horas, tiempo de Miami (18:14, tiempo del centro de México).

El objetivo será un sistema de doble asteroide, donde Dimorphos («dos formas», en griego), un pequeño asteroide «luna«, orbita un asteroide más grande, llamado Didymos («gemelo», también en griego).

Didymos tiene aproximadamente 780 metros de diámetro, mientras que Dimorphos mide unos 160 metros de diámetro. Al momento de impactarse, ambos estarán relativamente cerca de la Tierra; es decir, 11 millones de kilómetros, aproximadamente.

La NASA y científicos han aclarado que ni Dimorphos ni Didymos representan un riesgo de colisión con la Tierra, ni antes ni después de la misión.

Un objetivo heroico

DART fijará su mirada en Dimorphos, acelerará a unos 21 mil 600 kilómetros por hora y se estrellará contra él casi de frente. Al ser casi 100 veces más pequeña que Dimorphos, la nave no será capaz de destruir al asteroide, pero iintetará cambiar su velocidad y trayectoria.

Según el equipo de la misión, esta colisión es equivalente a la de un carrito de golf contra una de las Grandes Pirámides y generaría apenas la energía suficiente para dejar un cráter de impacto.

Sin embargo, cambiará la velocidad de Dimorphos en 1 por ciento mientras orbita alrededor de Didymos. No parece mucho, pero al hacerlo cambiará el periodo orbital de esa luna.

El empujón desplazará ligeramente a Dimorphos y afianzará más su unión gravitatoria con Didymos, por lo que la colisión no cambiará la trayectoria del sistema binario alrededor de la Tierra ni aumentará sus posibilidades de convertirse en una amenaza para nuestro planeta.

La nave espacial compartirá su visión del sistema de doble asteroide a través de una cámara de alta resolución que pretende captar imágenes de los dos asteroides para transmitirlas a la Tierra a un ritmo de una imagen por segundo en lo que parecerá casi un video. Esto se podrá ver en una transmisión en vivo que la NASA tendrá en su sitio web este lunes.

Un satélite cúbico del tamaño de un maletín proporcionado por la Agencia Espacial Italiana acompaña a DART en su viaje al espacio y se separó de la nave el 11 de septiembre para grabar los sucesos desde un sitio seguro.

Tres minutos después del impacto, volará junto a Dimorphos para captar imágenes y videos del impacto y quizá incluso el cráter que se genere.

El LICIACube no será el único observador. El telescopio espacial James Webb, el telescopio espacial Hubble y la misión Lucy de la NASA observarán el impacto. El sistema Didymos podría brillar a medida que el polvo y los escombros sean expulsados al espacio, dijo Statler, el científico del programa de la NASA.

Pero los telescopios terrestres serán clave para determinar si DART logró cambiar la trayectoria de Dimorphos.

Dimorphos fue elegido para esta misión porque su tamaño es comparable al de los asteroides que podrían suponer una amenaza para la Tierra. Un asteroide del tamaño de Dimorphos podría causar una «devastación regional» si chocara con la Tierra.

El sistema de asteroides es «el laboratorio natural perfecto» para la prueba, dijo Statler.

Actualmente, ningún asteroide está en curso de impacto directo con la Tierra, pero existen más de 27 mil asteroides cercanos a la Tierra de todas las formas y tamaños.

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