En el mes de febrero, además de remarcar lo importante que son las mujeres y las niñas en la ciencia, tendremos motivos para levantar nuestra mirada al firmamento nocturno, esperando, por ejemplo, avistar eventos astronómicos como meteoritos o las, mal llamadas, estrellas fugaces. Entre el 5 y 8 de febrero, la Luna y algunos planetas nos invitan a levantarnos temprano y apreciar sus acercamientos; la Luna también tendrá un acercamiento con la Pléyades, al atardecer del día 16. Conoceremos una historia dramática de osas y, como reto del mes, trataremos de localizar al escurridizo cúmulo M47. Por supuesto, no puede faltar la Luna y sus diferentes fases.

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Con la intención de lograr el reconocimiento de la formidable labor que desempeñan las mujeres en la vida científica, en el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó, por unanimidad, el día 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

No cabe duda de que una gran impulsora de las mujeres a la vida científica fue la Dra. Paris Pismish Acem. De origen armenio, nacida en Turquía, la Dra. Paris fue una de las primeras mujeres turcas en asistir a la Universidad de Estambul, rompiendo paradigmas. Para 1938, convence a sus padres para viajar a Estados Unidos, donde obtuvo una beca para realizar estudios de astronomía en la Universidad de Harvard; ahí participa en su primera escuela de verano y conoce a grandes astrónomos de la época, como Harlow Shapley, Cecilia Payne-Gaposchkin y Bart Bok. En 1942, se inaugura el Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla (OANTon) y se realiza un congreso internacional de astronomía, al cual la Dra. Pismish fue invitada. Esto marcó su vida e impulso la astronomía moderna en México. A invitación del director del Oanton, Luis Enrique Erro Soler, la Dra. Paris labora en este sitio de 1943 a 1946, posteriormente sale del país y retorna en 1948, para instalarse en la ciudad de México y convertirse en catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde laboró hasta su deceso en 1999, dejando una huella profunda de lo valiosas que son las mujeres para la ciencia.

Con algo de suerte, veremos algunas fugaces

Siguiendo en las regiones del hemisferio sur celeste, tenemos la lluvia de meteoros α-Centáuridas. Estas estarán activas entre el 28 de enero y el 21 de febrero, con su máximo el 8 de febrero. La tasa máxima observable es variable, con al menos 6 meteoros por hora. El radiante se encuentra en dirección de la constelación sureña del Centauro. El objeto responsable de la lluvia no ha sido completamente identificado, pero sabemos que el mejor momento para observar fugaces será al amanecer del día 8, hacia la parte sur de la esfera celeste. Para observar este evento necesitamos algunas condiciones, a saber: tener un horizonte sur oscuro, libre de obstáculos y simplemente levantar la vista hacia esa región del cielo.

Solo para madrugadores

Para los madrugadores, entre el 5 y el 8 de febrero, tendremos a la Luna visitando a algunos planetas: Venus, Marte, Plutón y Mercurio, enmarcando un amanecer de postal; con algo de suerte y considerando alguna corrección de la efeméride, la Estación Espacial Internacional (ISS) aparecerá ante nuestra vista, al sur del planeta Marte, el 7 de febrero, a las 06 horas con 10 minutos; eso sí, debemos tener el horizonte este despejado.

El campo de unos binoculares o telescopios son demasiado pequeños para incluir en el campo de visión a todos los objetos, por lo que es recomendable disfrutar la imagen a simple vista. Los binoculares o telescopios pueden servir para enfocar los objetos individualmente, sin embargo, se debe tener suma precaución dada la cercanía del Sol.

La Luna de visita a la familia

El cúmulo abierto de las Pléyades o las Siete Hermanas ha sido uno de los cúmulos observados desde la antigüedad; Charles Messier, en 1769, lo incluyó en su catálogo con el número 45. M45 es un cúmulo abierto de estrellas, visible a simple vista en el cielo nocturno en la constelación de Tauro, consta de varios cientos de estrellas, pero las más brillantes son 7: Alcyone, Electra, Maia, Taygeta y Merope, Atlas (el padre) y Pleione (la madre), y otras dos hermanas débiles Anterope y Caeleno. Los miembros de un cúmulo estelar abierto están vinculados a través de la fuerza de gravedad, tienen su origen en la misma nube molecular y se cree que tienen una edad de 100 millones de años. Al atardecer del día 16 de febrero, la Luna y M45 tendrán un acercamiento, pasando a solo 31 minutos de arco, uno del otro, en dirección de la constelación de Tauro.

Sistema estelar múltiple

Nos cuenta la mitología que Calisto era una hermosa cazadora que servía a Artemisa, diosa de la caza. A Zeus le gustaba mucho Calisto, así que se transformó en humano y le enamoró. Como resultado de su amorío nació Arcas. Cuando la esposa de Zeus, Hera, se enteró, se enfadó mucho y, Zeus, para proteger a Calisto, la convirtió en osa. Pasado el tiempo, Hera supo de Arcas y le pidió a Artemisa le enseñase a cazar, convirtiéndolo en un gran cazador. Por instrucciones de Hera, un día, Artemisa llevó a Arcas al bosque para cazar a una feroz osa, su madre, estaba a punto de dispararle cuando Zeus apareció, y para salvar a Calisto la trasformó en la constelación de la Osa Mayor y a Arcas en la constelación de la Osa Menor.

En la constelación de la Osa Mayor encontramos el sistema estelar múltiple, formado por Mizar y Alcor, ubicadas a una distancia de 78.1 y 81.1 años luz, respectivamente. Mizar posee una magnitud visual de 2.2 y Alcor 3.9, separadas 11 minutos y 48 segundos de arco en el cielo. Las primeras notas de que Mizar es un sistema doble datan de 1616 con Benedetto Castelli, auqnue fue formalmente descubierta por Giovanni Battista, en 1650. Para 1889, el astrónomo Edward Charles Pickering descubrió que la estrella Mizar tiene, a su vez, una compañera que denominó Mizar B y más recientemente, en el 2009, astrónomos del Proyecto 1640 observaron una débil compañera del Alcor que llamaron Alcor B, con otros posibles miembros, generando el sistema múltiple. El sistema Mizar y Alcor es muy recomendado para los nuevos observadores ya que es fácil de localizar a simple vista, pero siempre será mejor emplear unos binoculares o un pequeño telescopio para distinguir claramente ambas componentes.

Un cúmulo con un pasado escurridizo

El cúmulo M47 fue primeramente observado por Giovanni Batista Hodierna en 1654, quien lo describió como una “nebulosidad entre dos perros”, nadie lo volvió a detectar hasta que Messier lo redescubrió en 1771, pero cometiendo un error en sus coordenadas, por lo que nuevamente M47 quedó perdido. John Herschel lo introdujo al catálogo de cúmulos globulares, aunque no había objeto, hasta que finalmente William Herschel, en 1785, lo “redescubrió” y quedó plenamente identificado como un cúmulo abierto.

Por su gran brillo (4.4 magnitudes) puede ser visto a simple vista, con buenas condiciones de cielo, como una nebulosidad débil, compuesta por unas 50 estrellas brillantes que abarcan una superficie de 12 años luz de diámetro y a una distancia aproximada de 1,600 años luz. Su edad ha sido estimada en 78 millones de años.

El cúmulo abierto M47 (NGC 2422) en la constelación de Puppis (Popa), estará bien ubicado para su observación la mayor parte de la noche, hacia la parte sureste de la esfera celeste. Será suficiente contar con unos binoculares o un telescopio pequeño para identificarlo. 

Fases de la Luna (horario del centro de México).

Cuarto MenguanteLuna NuevaCuarto CrecienteLuna Llena
02 de febrero, 17:1809 de febrero, 17:0016 de febrero, 09:0124 de febrero, 06:30
377,098 km358,721 km380,706 km405,889 km
 FechaDistanciaTamaño angular
Luna en perigeo10 de febrero, 12:52358,071 km33.3 minutos de arco
Luna en apogeo25 de febrero, 08:58406,275 km29.4 minutos de arco

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Foto: Especial

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