El obisp de Roma no pudo esconder su sorpresa al ver el regalo que Sichko le hizo durante su encuentro tras la Audiencia General del 12 de octubre
El sacerdote P. Jim Sichko, de Kentucky, Estados Unidos, entregó al Papa Francisco un regalo de lo más peculiar: un par de tenis Nike personalizados con el escudo papal y los colores del Vaticano.
El obispo de Roma no pudo esconder su sorpresa al ver el regalo que Sichko le hizo durante su encuentro tras la Audiencia General del pasado miércoles 12 de octubre.
Se trataba de unos tenis Nike Blazer «77s» personalizados, con el color amarillo y blanco del Vaticano, el escudo papal y su nombre “Pope Francis” escrito en la parte posterior de las zapatillas.
Según informó la prensa local, cada vez que el sacerdote se reúne con el papa argentino le lleva un regalo de Kentucky, el estado del sureste de Estados Unidos.
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Además, el sacerdote contó que al abrir el regalo el Papa Francisco dijo “wow” e inmediatamente los tomó para verlos. “Quería mostrarle también que en la parte de atrás decía ‘Papa Francisco’, y tuve la oportunidad de hacerlo”, explicó el sacerdote.
Estos tenis fueron creados por la empresa “True Blue Costumes” y el propio diseñador y dueño de la compañía, Billy Hobbs, contó que el P. Jim Sichko, “un sacerdote local, orador motivacional, y un ser humano inspirador con su constante bondad”, se puso en contacto con él para hacerle este original encargo.
El diseñador tardó entre 8 y 10 horas en crearlas y dijo que había hecho zapatillas “para mucha gente muy ‘cool’, pero estas se lleva la palma”, contó en su perfil de Facebook. El original regalo venía guardado en una caja de madera con la frase en latín “miserando atque eligendo” (lo miró con sentimiento de amor y lo eligió), que hace referencia al lema escogido por el Papa Francisco.
¿Qué ocurre con los regalos del Papa Francisco?
Durante sus viajes y audiencias, el Papa Francisco recibe numerosos regalos de todo tipo. De hecho, en varias ocasiones el Santo Padre ha pedido que estos obsequios sean lo más sencillo posible.
Algunos de los regalos que recibe en sus visitas al extranjero suelen quedarse en el propio país, ya que muchas veces debido a su gran tamaño no pueden transportarse hasta el Vaticano.
La mayoría de los obsequios son donados para ser vendidos en rifas con fines benéficos, entregados directamente a organizaciones que ayudan a los más necesitados y otros se muestran en exposiciones dentro del Vaticano.