El encargado del balenario dijo que operan con las medidas sanitarias que han establecido los gobiernos estatal y municipal.
Tras obtener la protección de la justicia federal, el balneario Puerto Escondido, localizado en San Andrés Cholula, pudo reabrir sus puertas.
Cabe recordar que el decreto vigente emitido por el gobierno del estado de Puebla para el control de la epidemia de Covid-19, prohíbe el funcionamiento de dichos espacios.
Juan Víctor Pérez Santiago, encargado del negocio, explicó que al estar al borde de la quiebra, el área jurídica decidió emprender un proceso jurídico para poder reabrir.
De esta forma ganaron un amparo y pudieron volver a operar después de más de un año de permanecer cerrados.
El martes de la semana pasada comenzaron a recibir de nueva cuenta a los visitantes, con aforo reducido de 5 por ciento, lo que dijo representa no más de 200 personas al mismo tiempo, toda vez que la capacidad es de 4 mil.
Apuntó que con el regreso también ha logrado recuperar alrededor de 12 puestos de trabajo.
Pérez Santiago indicó que operan con las medidas sanitarias que han establecido los gobiernos estatal y municipal.
Es decir, tomar la temperatura a cada visitante que ingresa, uso obligatorio de gel antibacterial, sana distancia de cuando menos 1.5 metros, desinfección constante de las áreas comunes, principalmente sanitarios, y agregar cloro al agua.
El encargado acotó que los baños de vapor que se encuentran en el establecimiento no están operando, únicamente las albercas.
Hasta el mes pasado se reportaba una veintena de balnearios y parques acuáticos de tamaño pequeño, ubicados en el estado de Puebla, a punto de quebrar por la epidemia de Covid-19.
Así lo indicó en entrevista con La Jornada de Oriente, Jorge Eduardo Mendoza, representante del Parque Acuático Quecholac, quien comentó que aproximadamente 15 negocios de este tipo se agruparon para buscar su reapertura.
Comentó que la situación que enfrentan los más de 100 balnearios existentes en este estado, es complicada.
Estimó que el costo de mantenimiento mensual ronda en más de 30 mil pesos, por lo que varios propietarios tuvieron que recurrir a créditos con la banca comercial para poder solventarlo.
Asimismo, defendió que hay estudios que demuestran que el contagio de la Covid-19 a través del agua es prácticamente nulo, ya que los negocios de este tipo se encuentra obligados a clorarla, lo que elimina el virus SARS–CoV–2.
Además sostuvo que es menor el riesgo de contagio en estos lugares de diversión que en los centros comerciales, debido a que las personas están en un espacio abierto.