La voz de uno de los tantos héroes sin cada y anónimos que velan por la ciudadanía.
Sin importar las inclemencias del tiempo, la hora del día, las carencias o hasta problemas personales que puedan acarrear, la labor del paramédico requiere de “mucho corazón y gran compromiso”, por velar por la seguridad y la salud de la ciudadanía que lo requiera, así lo consideró Ckareca Morales Sánchez, Coordinador de Protección Civil del municipio de Panotla.
Con 17 años de experiencia como paramédico, una amplia profesionalización en la materia, y sobre todo experiencia para atender cualquier accidente de tránsito, rescate urbano, de montaña o acuático, hasta la valoración de estructuras colisionadas, incendios y demás emergencias que se presentan a diario, Ckareca trabaja diariamente con ánimo y gusto por servir a la ciudadanía.
En entrevista para Urbano Tlaxcala, Ckareca recuerda sus inicios cuando contaba con apenas 13 años de edad, donde ingresó como voluntario en la corporación Cruz Ámbar, cuando surgió su interés, gusto y pasión por ayudar a la gente, ya que a su corta edad supo de la labor de paramédicos y rescatistas en un accidente de tránsito, lo cual le despertó su ánimo por ser paramédico.
Luego de ocho años de voluntario, comenzó a trabajar en distintas corporaciones de Protección Civil Públicas, donde ganó bastante experiencia al atender emergencias diversas, aunada a la preparación y profesionalización que ha conseguido con el paso del tiempo, que los certifican y acreditan como especialista en distintas ramas como valoración de estructuras colapsadas, rescate urbano, extracción vehicular, protección civil, entre otras que suma a lo largo de 17 años de experiencia.
Señaló que durante estos años, la mayor satisfacción que tiene como paramédicos es la de realizar una labor humanista, al momento de salvar vidas incluso arriesgando la suya, además de que su intervención es fundamental para recuperar la salud o aminorar los riesgos que pueda presentar la gente en su entorno diario o ante cualquier incidente.
Ckareca recuerda que una de las intervenciones que tuvo, y que más ha marcado su vida, fue el apoyo que brindaron el 10 de diciembre de 2010, en la explosión de ductos que se registró en San Martín Texmelucan, Puebla, en donde decenas de personas perdieron la vida y otras más resultaron quemadas; entre el caos que se generó, la ambulancia en la que iba fue la quinta en arribar al sitio y entre varios apoyos, logró rescatar a una menor de edad de un domicilio con diversas quemaduras, quien refería que sus padres permanecían en su hogar, el cual ya había sido consumido por las llamas.
Actualmente trabaja en un Protocolo de Actuación municipal ante un sismo, el cual contempla la actuación inmediata de las corporaciones de Protección Civil y de Seguridad Pública, así como diversas áreas del ayuntamiento, ante algún movimiento telúrico, lo cual permitirá actuar de manera integral para atender cualquier incidente que se presente, y concentrarlo con las autoridades estatales para acortar los tiempos de atención y desplazamiento de los cuerpos de emergencia para la población que lo requiera, ya que actualmente no se cuenta con un protocolo de este tipo en la entidad.
El joven paramédico, hizo un llamado a sus colegas y nuevas generaciones de rescatistas, a refrendar su pasión y compromiso para ayudar a la gente; los conminó a ser tolerantes y poner entusiasmo y corazón en su labor humanista, y también pidió la comprensión de la ciudadanía, ya que en muchas ocasiones son criticados o hasta agredidos por no arribar a tiempo a una emergencia, pero desconocen las limitaciones o complicaciones que puedan presentar en su trayecto.
No obstante, a pesar de ello, atienden con gran compromiso y pasión, las emergencias y contingencias que se presenten a diario en la entidad.