La falta de una Ley Nacional de Seguridad Vial ocasionó que el año pasado se concluyera con 112 mil muertes y 852 mil heridos causados por siniestros viales
En las últimas semanas hemos tenido un par de siniestros viales con seres humanos que perdieron la vida, estos ocurrieron en la zona urbana de la ciudad: Vía Atlixcayotl y bulevar del Niño Poblano. Parece ser que estas muertes no importan, no nos impactan, están normalizadas, a diferencia de las igualmente graves causadas por hechos delictivos que tanto aquejan a nuestro país.
¿Qué hubiera pasada si estos dos eventos y estas vidas perdidas hubieran sido ejecuciones o resultado de una balacera?
En 15 años de dedicación para mejorar la seguridad vial, he visto y escuchado muchas cosas, les comparto una de ellas: Un Secretario de Seguridad Pública me comentó, «no nos interesa invertir y hacer proyectos que ataquen la inseguridad vial por que cuando hay un muerto en la calle por esta causa todos culpan al conductor, no a la autoridad. En cambio cuando hay un muerto por un asalto, ahí sí todos se nos van encima, por eso la seguridad vial no es una prioridad».
Ya se imaginarán mi cara de asombro y frustración; recuerdo haberme quedado enmudecido por varios segundos.
Este pensamiento y la falta de una Política Pública Integral que involucre una Ley Nacional de Seguridad Vial –que por cierto no pasó en la pasada Legislatura por “haber otras prioridades”- nos ha llevado a terminar el sexenio con más de 112 mil muertes y 852 mil heridos causados por siniestros viales.
Cabe señalar que más de la mitad de estos siniestros corresponden a usuarios vulnerables, es decir, peatones y ciclistas, y por eso es que la nueva Legislatura en el Congreso Federal, debe retomar esta Ley y aprobarla de inmediato, porque cada día que no se aprueba se nos escapa la posibilidad de evitar 43 muertes.
Aquí algunas consideraciones que nos pueden ayudar a entender por qué somos el 7º país con más muertes por siniestros viales en el mundo, y que representan la 2ª causa de orfandad y la primera en muertes de jóvenes de entre 15 a 30 años, y que, los siniestros viales,le cuesten al país 150 mil millones de pesos al año.
1.- REPUVE (Registro Nacional de Vehículos) es increíble que a la fecha no exista un Registro Nacional de Vehículos confiable, actualizado y con todos los campos que se necesitan, por tanto entidades municipales dependen de la relación con el Estado para poder tener acceso a consulta del Padrón Estatal para poder realizar infracciones y además tanto Estados como Municipios se vean imposibilitados, de en ciertos casos, multar a vehículos con placas de otros Estados.
2.- Esto mismo provoca que miles de conductores matriculen sus vehículos a través de gestores en Estados vecinos para evadir sanciones y poner el riesgo su vida y la de los demás.
3.- Un Registro Nacional de Licencias, lo ideal sería que este documento fuera un documento Federal con trámite a través de los Estados, esto simplificaría el Registro Nacional de Conductores (licencias) y además homologaría el proceso para obtenerlas debido a que en algunos Estados prácticamente el requisito es cubrir su costo de $700 pesos para obtenerla. Empecemos por una Base Nacional proporcionada por todos los Estados.
4.- Ligado al punto anterior, una homologación de los exámenes teóricos y prácticos acompañados de cursos de primeros auxilios es absolutamente necesaria para mejorar la seguridad vial en nuestro país, esto siembra la posibilidad de contar con «licencia por puntos» que castiga a los reincidentes, cosa imposible en este momento.
5.- Homologación a nivel nacional de los reglamentos de tránsito y el monto de las sanciones , debe haber al menos unos 150 entre Estatales y Municipales, la mayoría de las grandes urbes en México están conurbadas por tanto no existe una división entre municipios, y cada uno tiene su propio reglamento.
6.- Base nacional de infractores, se necesita tener un Registro de Infractores y Reincidentes a nivel nacional, de esta forma en complemento con la Base de Datos Nacional de Licencias se podría llegar a restringir la renovación de la misma o retirarla parcial o totalmente, incluso compañías de seguros podrían tazar sus tarifas de acuerdo a esta base de datos.
7.- En nuestro país más del 60% de la población ya vive en las 59 Zonas Metropolitanas, es por esto que nos vemos obligados a repensar y rediseñar nuestras ciudades, no hay espacio suficiente para mover a 1.4 personas por vehículo, necesitamos que la inversión en transporte público estructurado y en movilidad activa sea una prioridad y de esta forma podamos movernos de manera segura, eficiente y sustentable.
8.- Tenemos que elevar a Norma Oficial Mexicana el Manual de Calles publicado por SEDATU, de esta forma los Municipios y Estados se verían obligados a diseñar y construir calles pensadas en todos los usuarios, priorizando a los más vulnerables. El diseño educa, el diseño hace cultura vial, y el diseño salva vidas.
9.- Gestión de la velocidad, es la primera acción que recomienda la OMS para impactar en la reducción de muertes por siniestros viales, esto inicia por colocar los límites de velocidad correctos, no podemos tener velocidades superiores a 50km/h en zonas donde tengamos peatones, ¿por qué? por que en caso de atropellamiento, las posibilidades de sobrevivir por arriba de esta velocidad son prácticamente nulas, la era de utilizar la V85 (mover más coches en menos tiempo) debe terminar. En zonas de alto flujo peatonal, como los centros de las ciudades, la velocidad de convivencia recomendada es de 30km/h.
10.- En México las exigencias de seguridad hacia los fabricantes de vehículos son mínimas, es necesario subir estos estándares mínimos a Norma Mexicana con al menos las siguientes especificaciones frenos ABS y bolsas de aire frontales.
Existen muchos puntos más, pero creo que estos nos dan un panorama del impacto que tendría una Ley Nacional de Seguridad Vial en la VIDA de miles de mexicanos, estas víctimas también tienen que ser tomadas en cuenta, y destinar todos los recursos legales, económicos y operativos para que logremos una Visión Cero muertes por siniestros viales.
Recomendación de lectura: Salve VIDAS, Organización Mundial de la Salud.
http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/255308/9789243511702-spa.pdf;jsessionid=4D0652E6404CADB3E77224B7CDB9A86C?sequence=1