Un sistema político de meritocracia ha permitido que las empresas de tecnología puedan probar sus soluciones rápidamente y pasar a la implementación en ciudades

Gracias a la invitación que me realizó una de las empresas más grandes de infraestructura de telecomunicaciones en el mundo que tiene su origen en Shenzhen, China tuve la oportunidad de regresar a Shanghai, esta ciudad gigantesca con más de 22 millones de habitantes.

Esta empresa fundada a sus 44 años por Ren Zhengfei en 1987 y que ahora cuenta con más de 180,000 empleados en 170 países y con ventas anuales por US$ 92mil 549 millones (2017) presentó durante su evento anual todo lo relacionado a Seguridad Ciudadana y SmartCities a través de lo que ellos denominan “Active Intelligence” mejor conocida como Artificial Intelligence.

Empecemos por entender el ecosistema en China que permite este tipo de desarrollo y crecimiento exponencial casi en todas las industrias en tan poco tiempo. El sistema político es por meritocracia, es decir, aunque hay un solo partido político sus representantes incluyendo al Presidente son elegidos por un largo y exigente proceso de evaluación, méritos y trayectoria, y al haber un sola línea de mando la aplicación de las políticas públicas no se discute, para bien o para mal.

Esto ha permitido que las empresas de tecnología puedan probar sus soluciones rápidamente y pasar a la implementación en ciudades o zonas con millones de habitantes, por lo que en muy poco tiempo han logrado desarrollos que sobre pasan nuestra imaginación. Además esta empresa en particular se identifica por ser una empresa colaborativa que atrae a empresas de desarrollado tecnológico de todos los tamaños para sumarlos a una solución completa e integrada, por lo que el efecto multiplicador que logran realizar es exponencial.

Lo que he visto ha impresionado todos mis sentidos. Desde la llegada al aeropuerto de Shanghai todos los pasajeros locales y extranjeros tenemos que pasar por un lector/registro de rostros, prácticamente con este proceso que tarda un par de segundos podemos ser rastreados en cualquier lugar a través de las decenas de miles de cámaras con identificación de rostros que existen en todo el territorio.

Pero no solamente es para temas de seguridad e inteligencia, los locales desde hace ya algunos años, lo único que necesitan en sus bolsas es su celular, no necesitan tarjetas de crédito o efectivo, solo un lector de código de QR, la aplicación we chat, AliPay o ApplePay, cuando digo todo es todo; unos chicles, un café, el metro o cualquier servicio público. Pero a través de la tecnología de reconocimiento facial e inteligencia artificial, esto está cambiando, en la actualidad ya existen proyectos donde los pagos se realizan con tu rostro, imagina llegar al metro y simplemente pasar a través de las barreras sin hacer otra cosa que caminar a través de ella,el check in en los aeropuertos, o incluso en zonas turísticas cerradas donde no sólo accedes al complejo si no que a lo largo de él tienes pantallas que te identifican y te dicen que te falta de visitar o información relevante de acuerdo a tu perfil.

En las grandes ciudades chinas la economía se encuentra bancarizada casi en su totalidad, lo que permite al gobierno monitorear las transacciones y movimientos y ver en una sola plataforma como se comporta la economía en tiempo real, y cruzarlo con otros indicadores, como delincuencia, medio ambiente, movilidad, desarrollo urbano, espacio público, etc. De esta forma pueden identificar qué factores influyen para mejorar la economía, y comparar entre zonas para hacer implementaciones y medir resultados.

Por supuesto que podemos entrar en pánico y podemos pensar en cosas macabras que podrían suceder, muchas de estas aplicaciones sólo se pueden implementar en este país, pero el objetivo de entender y vivir estos avances tecnológicos nos permite ampliar nuestra visión de futuro, y ver los beneficios en cuestión de seguridad ciudadana, movilidad, desarrollo urbano, medio ambiente, economía y bienestar social que podemos alcanzar a través del análisis de datos NO PERSONALIZADOS que sí pueden ser aplicados en nuestras latitudes, para esto es indispensable implementar una Política Pública de Datos No Personalizados Abiertos para que podamos ver las ciudades como ecosistemas en donde los ciudadanos y empresas podamos participar más activamente en las soluciones de los problemas a través de la innovación y disrupción tecnológica.

Por cierto, Shanghai inició su cambio de modelo de desarrollo urbano y movilidad hace unos 8 años después de crear una infraestructura entregada al automóvil, con segundos y terceros pisos, un fracaso total que los obligó a pensar en una ciudad más humana y combatir los graves problemas de contaminación y movilidad que todavía la afectan, si algún día están por aquí les recomiendo visitar el Urban Planning Exhibition Hall donde se explica todo lo que están haciendo en este sentido, hay una maqueta de la ciudad de unos 300m2 que nos deja ver la magnitud de su tamaño y complejidad.

Mi recomendación de lectura esta semana es: Huawei Liderazgo, Cultura y Conectividad de Tian Tao, David de Cremer y Wu Chunbo.

 

 

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